Reverdecer o amorenarse

No dudo que hacen falta jóvenes para enriquecer el ambiente político y de comunicación, pero los veo muy pasivos, lejos de la relidad

VIEJO VERGEL. Unos están muy verdes y otros muy maduros. La vieja guardia de la política sigue vigente como nunca ante la escasez de nuevos actores en escena. Lo mismo la vieja guardia de periodistas metidos en el oficio porque no hay de otra y si la hubiera la habríamos tomado. No dudo que hacen falta jóvenes para enriquecer el ambiente político y de comunicación, pero los veo muy pasivos, sumidos en un mundo virtual, alejados de la realidad. Pordiositosanto.

El más activo de los jóvenes políticos tabasqueños estuvo el lunes en el programa oficial de noticias de la 4T, me refiero a Gerardo Gaudiano, exdiputado federal, exalcalde de Centro y excandidato a gobernador por el PRD, quien cambió de franquicia, ahora milita bajo el sello naranja del partido Movimiento Ciudadano.

El nieto de don Leandro Rovirosa, víctima de adversarios políticos que a menudo lo golpean a través de medios contratados para el caso, dijo que emprenderá el reto en Tabasco de renovar la flotilla de políticos de carrera, promoverá algo parecido al extinto programa de la CFE de cambio de refrigeradores y climas antiguos por ahorradores: “Cambie su viejo por uno nuevo”.

VETERANO OSBORNE.

De entrada, me convenció su iniciativa, que no debe ser de Dante Delgado, senador y dirigente nacional de esta franquicia, ni de Pedro Jiménez, mandamás del negocio en el estado, pues ambos gozan de nietos y poder. Me gustó porque tiene una meta clara, aunque choca con el desinterés evidente de los jóvenes y la hiperactividad de los viejos. No se puede soslayar que existe un fenómeno de envejecimiento activo en políticos de cepa que ha permeado en todo el mundo. En Estados Unidos Donald Trump con más de 70 años y su relevo, Joe Biden, cerca de los 80. En Rusia, Putin con 73 a cuesta.

En México, López Obrador de 68 y la mayor parte de su gabinete constitucional y ampliado no se cuece al primer hervor, aunque con la renuncia de algunos ha bajado el promedio de edad. En el escenario nacional las principales estrellas de la comunicación pertenecen a la vieja guardia: Joaquín López Dóriga, Ricardo Rocha, Pepe Cárdenas, Deniss Maerker, Ciro Gómez Leyva, Carmen Aristegui, Javier Solórzano, Rafael Cardona, Carlos Marín, entre otros, con 60 y más. En Tabasco ni se diga, los más aguerridos de la tropa loca pasan de las seis décadas y contando.

LA CAMINERA EN CAMINO.

Pero lo más interesante está en los nuevos-viejos actores que estarán presentes en la próxima campaña, ya como candidatos, ya dirigiendo el negocio: López Obrador, Andrés Granier, Yolanda Osuna, Jaime Lastra, Oscar Cantón, Humberto Mayans, Chelalo Beltrán, Octavio Romero, Juan José Rodríguez, Roberto Madrazo, Arturo Núñez, Pedro Hernández, Jesusita López, Pedro Jiménez, Gregorio Arias, Raúl Ojeda, Feliciano Wong, Patricio Moguel, René Brondo, Ricardo de la Peña, Nidia Naranjo, Saúl Plancarte, Armando Beltrán, José del C. Torruco, etcétera, agregue usted los que faltan. Creo que los más chavos de esta cuadra deben ser Manuel Andrade, Humberto de los Santos, Jesús Alí y Juan Manuel Fócil, cercanos a los 60. Bien dice el dichoso dicho: ¡Viejos… los cerros! Sea por Dios.

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