Ni la muerte nos arredra ante tanta irregularidad
De tanto hacer listas, llegaríamos a la conclusión de que todos, de una u otra forma estamos irregulares conforme a la ley
SÁBADO SOCIAL. “Sépase que, por falta de control del estado, unos mexicanos están más gordos que otros” aseguró don Agripino el panadero en lo que barnizaba unas hojaldras.
Muy conchudo le respondí que la obesidad es responsabilidad de nosotros los ciudadanos y que debido a la pandemia el gobierno está poniendo más atención a ese grave problema y ante la imposibilidad de que los mexicanos corrijan sus hábitos alimenticios ha optado por llamarle gordos a los gordos y mostrarles las consecuencias sociales y de salud a las que están expuestos.
Viendo las cosas desde ese ángulo, para corregir tal irregularidad, desde el 24 de marzo de 2020 el gobierno federal aprobó el acuerdo para la mitigación y control de riesgos por Covid-19 que entre otras medidas restringe el acceso a centros comerciales y otros negocios a los que acusen obesidad, también a los que den la impresión de 65 añejos o más y aquellos que muestren palidez, rostro cenizo, destanteo, o sea, diabéticos e hipertensos, entre otros y otras.
Bueno, esa era la intención, pero, se deja la aplicación de estas medidas al amplio y sano criterio del guardia de seguridad en turno del supermercado, almacén o negocio.
COLOR DE HORMIGA. En Tabasco se volvieron a reforzar estas medidas de emergencia sanitaria el 14 de enero junto con el aviso de que las plazas comerciales podrán operar solo de lunes a viernes hasta las 17:00 horas.
Esta restricción estará vigente al 15 de febrero, pero la cara angustiada del gobernador este fin de semana me dice que se seguirá de frente y anunciará el lunes la ampliación o incluso podría decretar semáforo rojo, para detener, aunque sea a mentadas, al mentado coronavirus que ha ocasionado más de 3 mil 600 muertes.
Si a usted no le han aplicado la medida, debe ser porque lo ven flaco, sonrosado, tranquilo y con buen talante o tuvo la suerte de encontrarse a un encargado del tráfico, amable y de amplio criterio.
Sería muy gacho que llegara una dama elegante con bolsa de mano Louis Vuitton y un humilde y sincero guardia de seguridad le impida el ingreso porque la ve gorda o vieja, la neta, es mejor no correr el riesgo y quedarse en casita ordenando todo por internet para no pasar vergüenzas.
Confieso que me han detenido en la puerta porque me ven muy acabado y acato las instrucciones sin chistar reconociendo el buen ojo, olfato y honestidad de los guardias.
Este tema me lleva a otro. Si intentamos hacer una lista de lo que hay que regularizar en este país, nos pasaríamos todo un sexenio en el escritorio y llegaríamos a la conclusión de que todos, de una u otra forma estamos irregulares conforme a la ley.
La palabrita regularizar lo primero que nos sugiere es meter en cintura a los comerciantes ambulantes, luego a los que se cuelgan de los cables para robar energía, a los que viven en asentamientos irregulares, a los evasores de impuestos y derechos, a los legisladores que confunden el fuero con la impunidad.
UNA TANDA PARA TODOS. A los funcionarios que incurren en nepotismo, los servidores públicos que no reportan sus ingresos totales, los clérigos y pastores que no creen en nadie, los taxistas maleantes, los negocios sin registro, los autos sin placas, los maestros sin título, los líderes sin cerebro, los perros sin dueño, etcétera, todo es susceptible de regularizar en este país.
No se diga los congresos locales y el federal que necesitan regularizar y eliminar las maromas de diputados de una bancada a otra sin límite de tiempo para amarrar la mayoría absoluta; los partidos políticos que necesitan regularizar sus procesos internos de selección de candidatos que se guatrapeo con la mentada paridad de género.
Por no regularizar la ley electoral en Tabasco, una partida de consejeros sentó sus reales en el IEPCT y el cargo que debiera ser honorífico lo convirtieron en beca dorada de más de 100 mil pesos mensuales, con dos años y medio de vacaciones y seis meses de chamba.
Por lo visto y oído, hay mucho que regularizar, pero lo más importante en este momento es poner al día las normas sanitarias para controlar el contagio por Covid-19 y atajar tantas muertes que pueden evitarse aplicando medidas más severas pero necesarias.
Pordiositosanto.
