Dilema: o no hubo culpa en el pasado o la hay ahora

Los tabasqueños tenemos que ayudarnos entre todos, pues no contamos con la ayuda de quién prometió ayudarnos

SAN LUNES. En esta inundación, al gobierno de la 4T no le queda otra salida que decir la verdad sobre el manejo de las presas del Alto Grijalva y en especial de Peñitas, aunque al hacerlo se caiga la teoría de la irresponsabilidad del gobierno de Felipe Calderón en 2007 quien argumentó que las lluvias extraordinarias provocadas por el cambio climático habían rebasado la capacidad y previsiones de la CFE y la Conagua.

Reconviniendo, digamos que el gobierno de la 4T se encuentra en un dilema:

• 1. Si reconoce que las lluvias extraordinarias provocadas por el FF4 obligaron a desalojar agua en exceso de la presa Peñitas provocando la inundación en Tabasco, le darían la razón al gobierno de Calderón quien manejó ese mismo argumento en 2007 y no le creyeron. El hoy presidente dijo entonces que no desfogaron a tiempo las presas para no producir electricidad y beneficiar a empresas particulares que le suministran a la CFE.
• Si manifiesta que se trata de un error humano de los técnicos de la CFE y Conagua, se estará echando la culpa y no faltará quien filtre la información de que recibieron órdenes “de arriba” de no seguir los protocolos vigentes por considerarlos obsoletos, burocráticos y contrarrevolucionarios. El permitir que Peñitas estuviera a punto de desbordar obligando a turbinar grandes cantidades para evitar una tragedia mayor, no va con la sobriedad de los técnicos de CFE que en eso de acatar protocolos son tan necios que hasta da coraje.

No tengo datos de que con el cambio de gobierno hayan cambiado al personal que controla directamente las presas del Alto Grijalva, pero si en las áreas donde se dan las órdenes, como es la dirección corporativa de operaciones, el segundo cargo importante en CFE que ahora lo ocupa Carlos Morales Mar, exdirigente de Morena en Veracruz quien ingresó a CFE en 1973 y en 1994 fue jubilado anticipadamente por irregularidades en los contratos de gasoductos cuando fue director de generación, lo que le costó que fuera rebajado a gerente regional. Morales está en todo, menos en misa, ha movido sus hilos en CFE para sustituir a Manuel Bartlett Díaz en la dirección general, pleito interno que involucra al dirigente nacional del SUTERM.

Regreso al tema. Aquí el problema para comunicación social de la Presidencia y para el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, es que optar por cualquiera de las dos versiones resultará negativo para el gobierno de la 4T. No dudo de la capacidad del presidente para escurrir el bulto, por eso cuando le preguntaron sobre los daños por las lluvias durante su gira por el Norte, contestó: “Ya parará, como dijo mi paisano Chicoché. Ya parará compadre, ya parará”.

Al mismo tiempo que se inundaba Tabasco y la gente mostraba su inconformidad en las redes sociales por la ausencia del paisano presidente en su pueblo, en el zócalo capitalino, el grupo FRENA le plantaba el sábado más de 100 mil personas para demostrarle que no están jugando.

Nada de esto me divierte, al contrario, me preocupa, pues por primera vez Tabasco tiene una gran oportunidad de sacar la cabeza del agua y está sucediendo lo contrario, nos estamos ahogando con todo y presidente.

No quisiera estar en el lugar del gobernador Adán Augusto López Hernández a quién le tocó bailar con la más fea y descalzo, dirigir un gobierno estatal intervenido por el gobierno federal que no lo deja actuar como lo manda la Constitución, con soberanía y libertad.
Sin las presas, Tabasco estaría peor, inundado la mayor parte del año y sin agua en el estiaje. Los tabasqueños tenemos que ayudarnos entre todos, pues no contamos con la ayuda de quién prometió ayudarnos.

El poder no es ninguna virtud y se convierte en una pesada carga para el pueblo cuando se ejerce con irresponsabilidad, autoritarismo, rencor y soberbia. Pordiositosanto.