Urge en Yucatán incentivar mercados locales contra crisis

La mayoría de los nuevos fraccionamientos que se construyen más allá de la periferia no cuenta con mercados ni tianguis

Mérida, Yucatán. Ante la crisis económica que ocasionó la pandemia del Covid-19, y para garantizar la seguridad alimentaria, es necesario fortalecer los mercados locales con productos de sistemas agroecológicos tradicionales.

Ello permite optimizar la diversidad de especies originarias y contribuir a bajar los precios a los consumidores, dijo Antonio Blanco Cebada, investigador de Seguridad Alimentaria del Observatorio Regional de Gobernanza y Coordinación Social ante el Covid-19 (ORGA).

De acuerdo con el reporte del primer trimestre del 2021 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sobre pobreza laboral, en Yucatán el ingreso laboral real cayó 0.8 por ciento del primer trimestre de 2020 al primer trimestre de 2021.

En ese mismo periodo, el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria aumentó del 33.3 por ciento al 35.6 por ciento; es decir, más de un tercio de la población yucateca se encontraba en la imposibilidad de abastecer su hogar con la canasta básica.

Aunado a este problema, la Secretaría de Desarrollo Social explicó que a causa de las tormentas tropicales de 2020 ha habido escasez de maíz y el precio de este cereal ha incrementado más del 30 por ciento.

El ORGA advirtió que el incremento de precios de alimentos de la canasta básica aumenta el riesgo de la población en su seguridad alimentaria, provocando una mayor vulnerabilidad de los sectores más pobres.

Según un mapeo del observatorio, en la capital yucateca sólo hay 13 mercados distribuidos principalmente entre el centro y oriente, y unos 17 tianguis que operan de mayormente sólo los fines de semana; los mercados más conocidos y más grandes son el Lucas de Gálvez y San Benito, pero éstos no pueden abastecer a toda la población. Además, por la emergencia sanitaria, varios locales han tenido que cerrar y buscar otras alternativas.

Sin embargo, la mayoría de los nuevos fraccionamientos que se construyen más allá de la periferia no cuenta con este tipo de espacios, sólo algunas fruterías que se habilitan en las propias viviendas.

Blanco Cebada explicó que actualmente muchos de los productos locales se están exportando. Por ejemplo, el 90 por ciento de la miel se manda, sobre todo, a Estados Unidos y Europa, y así sucede con otros productos del mar; el pulpo, el ganado, el cerdo.

Si bien esto beneficia a los productores, a mediano y largo plazo dejan a los locales sin este producto, que pudiera servir para autoconsumo. “Se esfuma esta posibilidad de organización para garantizar esta seguridad alimentaria”, subrayó.

De igual manera, indicó que existen algunos programas del gobierno que promueven la venta directa de algunos producto y cultivos sin intermediarios, tal es el caso de Círculo 47, iniciativa del ayuntamiento de Mérida que garantiza estas redes de comercialización local; no obstante, quien no tiene acceso a estos beneficios termina revendiendo en casas comerciales de las ciudades, pero eso es un paliativo; no garantiza la seguridad alimentaria.

Para el maestro en Estudios Antropológicos es necesario crear más mercados locales, espacios donde se pueda comercializar estos productos a precios justos, ubicados en diversas zonas de la ciudad y sus comisarías, y que no todo se exporte.

(Con información de La Jornada Maya)

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