Hacia una economía electoral desde la presidencia de México

Estas entelequias (los organismos autónomos) serán achichincles del presidente como cuando el PRI y el PAN, pero más barato. Algo es algo

ME LO CONTARON AYER. Un consejero electoral husmeó a través de binoculares la sede alterna de la cámara de diputados, vio humo blanco y dijo: “ya se chingó la cosa”. Y a “la cosa”, mejor conocida como privilegios de los organismos autónomos, el presupuesto de egresos 2020 se la fregó. Chingar no es mala palabra en estricto sentido, pero es malísima para los que les llovieron los chingadazos, como es el caso de los consejeros, magistrados y otras especies de aviadores del Instituto Electoral, Derechos Humanos, transparencia, Sistema Anticorrupción y demás banalidades que han navegado con bandera de organismos autónomos, pero en realidad fueron creados para cubrir cuotas de poder de los partidos políticos. Alguien muy sácale punta preguntó, “¿y por orden de quién?” Una voz popular respondió: “del presidente”. “Ah ta´güeno” dijo otra voz. Se acabaron las simulaciones y jaloneos, estas entelequias serán achichincles del presidente como cuando el PRI y el PAN, pero más barato. Algo es algo. Pordiositosanto.

BOTANA DE LA CASA. Los que iniciaron la burocratización del sistema electoral mexicano y propusieron elevar el gasto electoral hasta las nubes, fueron: Arturo Núñez Jiménez entonces director general (1993-1994) y el especialista, José Luis Lamadrid, con el argumento de ciudadanizar el organismo después de la elección de 1988 cuando se cayó el sistema (Manuel Bartlett). El INE, que opera como un cuarto poder, es dirigido por un consejo general formado por 11 consejeros electorales, uno de ellos presidente, Lorenzo Córdova (hijo de Arnaldo Córdova). La nómina del INE es de 10 mil 299 plazas presupuestales (fijas) y siete mil 190 de prestadores de servicio bajo el régimen de honorarios permanentes (informe INE/JGE40/2019), que representa este año un gasto en la partida 1000 (servicios personales) de 6 mil 542 millones 15 mil 723 pesos.

LLORANDO Y MAMANDO. Aparte hay que sumar el gasto de otros dos costosísimos aparatos electorales burocráticos: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especializada para la Atención de los Electores (FEPADE). Tanto el INE como el TEPJF y la FEPADE, cuentan con delegaciones en los 32 estados y en los 300 distritos. El congreso federal recortó en noviembre de 2018 el presupuesto 2019 del INE en 950 millones de pesos y Lorenzo Córdova dijo que este recorte ponía en riesgo la autonomía e independencia del organismo electoral. No pasó nada. Y no pasará nada el 2020.

LA CAMINERA. El pasado viernes, la misma cámara de diputados morenista, le tumbó 6 % al presupuesto 2020 solicitado por el INE que era de 12 mil 493 millones 356,325 pesos. La mayoría de estos recursos recortados eran para la expedición de credenciales, actualización del padrón electoral y sus órganos desconcentrados (delegaciones). Ahora estos recursos serán mejor utilizados por la 4T para ganar votos, se van a los programas sociales. A este trueque le llaman Economía Moral (Electoral). Chingones. Sea por Dios.

laposta_1@hotmail.com

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