El complicado panorama alimenticio y educativo

Las nuevas tecnologías amenazan con desplazar a los grupos protegidos por sindicatos e intereses políticos representan un freno a la educación

SAN LUNES.

La madre que enseña a sus hijos a caminar, hablar, comer, a realizar los actos básicos para vivir y crecer. El padre que vela por la seguridad del hogar, el proveedor, la autoridad, el valedor. Los hijos que obedecen y acatan sin protestar las reglas del juego. Aquellos viejos tiempos en que la vida familiar rodaba sobre estos roles predeterminados del hombre y la mujer, se vuelven a recrear en la brevedad infinita del Covid-19.

La crisis sanitaria, económica, educativa y social provocada por la pandemia, plantea, más allá de ideologías de género, el regreso de la mujer a cubrir el papel central que tenía en el proceso educativo y de salud de los hijos antes de su emancipación, y el retorno del hombre a su papel tradicional de protector y proveedor que empezó a perder después de la revolución industrial.

Para un candidato en campaña, estas declaraciones representarían el fin de su carrera política, pero este reportero que no busca el voto popular ni está sujeto a supuestos que los políticos manejan en sus discursos para atraer la voluntad femenina, puede expresarlo libremente. Los tiempos cambian, las elecciones se enredan, el orden mundial se desquebraja más de lo que ya estaba y la solución al problema actual tiene que ver con el papel que cada miembro desempeña en el seno familiar. 

Al actual gobierno le tocó bailar con la más fea y sin zapatos. El problema educativo provocado por la pandemia es complejo, no tiene solución sencilla a corto plazo. Por un lado, el exceso de burocracia educativa privilegiada, y por otro, las nuevas tecnologías que amenazan con desplazar a estos grupos protegidos por sindicatos e intereses políticos. Si con clases presenciales la educación pública estaba en la calle, ahora por TV, estará peor.

Este sistema de educación a distancia requiere del auxilio de un familiar en casa, papel que de manera natural y tradicional recaería en las madres de familia, supuesto que podría ser discutido con las defensoras del feminismo.

Datos consistentes en la historia de México muestran que la buena calidad de la educación pública hasta los años 50s, giró en función de la vocación de los profesores y el apoyo de las amas de casa vigilantes del desempeño escolar de sus hijos y el cuidado de la salud familiar con base en la medicina tradicional y alimentación casera. Al cambiar el rol de la ama de casa de tiempo completo a madre trabajadora con múltiples ocupaciones, se fue perdiendo el control del hogar y de la familia. En la actualidad, el desempeño escolar de los hijos quedó en manos de las nuevas tecnologías y la comida casera fue sustituida por productos chatarra.

Con un vistazo a la situación actual de la educación y la salud en México constatamos que son tan serios y complejos los problemas que no se pueden dejar en manos exclusivamente de los políticos y administradores públicos, urge encontrar soluciones de fondo, a la luz de las necesidades reales de la población.

No se puede decretar que todas las madres trabajadoras regresen a casa sin perder sus ingresos para auxiliar a sus hijos menores en la enseñanza a distancia, pero se puede seleccionar. Afortunadamente las clases por TV es una medida de emergencia, se podrá regresar a las aulas después de la aplicación de una vacuna contra el Covid-19 y la SEP podrá replantear el modelo educativo con base en las nuevas tecnologías.

No servirá de mucho prohibir la venta, regalo o suministro de bebidas y comida chatarra a menores si persiste entre los padres la costumbre de consumir estos alimentos por problemas culturales, educativos, desinformación o necesidad, pues los alimentos saludables no son baratos y sus canales de distribución escasos, en tanto que, las tiendas de conveniencia que expenden cigarros, cervezas, licores, botanas y refrescos embotellados, hay una en cada esquina del barrio.

Está comprobado que las soluciones sencillas son más efectivas que las espectaculares. Pordiositosanto.