¿Por qué hay tanta prostitución? porque abundan quienes pagan
Campañas van campañas vienen y la trata de personas (ojo, no es trata de «blancas «) continúa, las niñas, los jóvenes de sexo indistinto y las mujeres -por necesidad económica o de trascender en el ilusorio mundo artístico- siguen cayendo en este flagelo.
Esta es la triste y cómplice realidad de Quintana Roo, pero también de todo México.
Y bueno, hay que hacer una diferencia: la mujer o el hombre a quien enganchan con fines sexuales no es prostituta (o), a ella (O él) la prostituyen. Por supuesto que hay mujeres (y hombres) que deciden prostituirse por decisión, pero creo que son las menos, en ambos casos, todos están expuestos a violencia verbal, al consumo de drogas o alcohol, a golpes y cualquier perversión.
Aquí surge la pregunta: ¿por qué hay tanta prostitución? La respuesta es: porque abundan quienes pagan por ella.
El asunto me ha llamado la atención desde hace varios años y cuando he tenido oportunidad y se presta el tema, he preguntado a hombres de distintas edades si han estado con alguna prostituta. La respuesta general es: ¡nunca he pagado por una mujer!
Entonces me surge la duda: ¿será que siempre he preguntado a hombres puros, castos y honestos? ¿Será la doble moral que impera en todos los niveles, sobre todo en las altas esferas de la política y del mundo empresarial?
Basta ver a las edecanes del PRI, regenteadas por el «Rey de la basura» (Cuauhtémoc Gutiérrez), las fiestas del PAN con mujeres muy guapas dispuestas a bailar con los amables persignados blanquiazules, y por si eso fuera poco, recuerdo a las modelos con torsos desnudos «adornados» con body paint con el logo de nueva alianza.
Eso sin contar la gran cantidad de hoteles que permiten el ingreso de niñas o mujeres sin reportarlo a las autoridades.
Cuando dejemos de ser doble moral, podremos cambiar en serio…