Va juicio político a miembros de la Corte Suprema de Argentina

Las acciones de la CSJ desde hace tiempo, pero especialmente en los últimos años han sido evidentemente golpistas, dice Fernández

Buenos Aires, Argentina. El presidente Alberto Fernández decidió avanzar en su pedido de juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Horacio Rosatti, lo que alcanza también al resto de los integrantes de la misma Carlos Rosenkrantz (vicepresidente) Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorensetti, cuyos fallos en los últimos tiempos, han colocado a esa institución dentro del engranaje de la “mesa judicial” armada durante el pasado gobierno del ex presidente Mauricio Macri de la derechista Coalición Juntos por el Cambio (ex Cambiemos) con la ayuda evidente de la embajada de Estados Unidos aquí.

Alberto Fernández ratificó el anuncio del juicio político a la Corte desde Brasil, adonde viajó para participar en la asunción de su par brasileño, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, con quien acordaron renovar los vínculos en la relación bilateral.

Esta relación funcionó con un gran dinamismo político durante los gobiernos de Lula y de Dilma Rouseff (destituida en 2016 por un golpe parlamentario y judicial) y de sus pares argentinos Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.

Las maniobras judiciales que llevaron a prisión a Lula, por un escandaloso juicio, construido sobre falsedades, que protagonizó el juez Sergio Moro, logrando, sacar al dirigente del Partido de los Trabajadores, preferido en las encuestas, del escenario electoral y que llegara a la presidencia el ex capitán Jair Bolsonaro de la ultraderecha fascista y racista, quien destruyó mucho de los grandes avances logrados por Da Silva en sus dos administraciones.

Finalmente el Tribunal Supremo de Brasil determinó la nulidad del juicio contra Lula y lo liberó. Después de más de un año de prisión ilegal retomó su lugar en la política, para llegar a este momento histórico de su retorno en una tercera presidencia.

En tanto en Argentina, las acciones de la Corte Suprema desde hace tiempo, pero especialmente en los últimos años han sido evidentemente golpistas, y una de las esperanzas de los argentinos al votar la fórmula del Frente de Todos Alberto Fernández- Cristina Fernández de Kirchner en 2019 era la posibilidad de que se actuara ante una justicia inexistente y el intento de los “supremos” de erigirse en el verdadero poder en este país, hasta el punto de que analistas y políticos mencionan la existencia de una “dictadura judicial”.

Fernández explicó que existió una permanente acción de la Corte Suprema sobre los poderes ejecutivo y legislativos, ya que privó la tendencia del bloque de la derechista alianza Juntos por el Cambio para marcar la línea asumida por el poder judicial, obstaculizando y paralizando al parlamento.

El reciente fallo de la Corte beneficiando al gobierno capitalino del opositor Horacio Rodríguez Larreta transfiriéndole un dinero de la coparticipación impositiva que le había asignado ilegalmente Macri a su partidario y que fue girado a las provincias por la actual administración, tuvo un impacto golpista que movilizó al gobierno y a los militantes del oficialista Frente de Todos.

Los descubrimientos en los últimos tiempos llevaron hasta la puerta del gobierno capitalino, y su ministro de Justicia y Seguridad Marcelo D’Alesandro, lo que provocó un nuevo escándalo, ya que entre otros actos, fue parte del viaje de jueces, fiscales,y empresarios del grupo Clarín, a Lago Escondido, en la provincia de Río Negro, a la mansión de un empresarios británico Joe Lewis, investigado en estos momentos por la apropiación de ese lugar turístico, que no forma parte de las tierras adquiridas por este personaje.

La decisión presidencial de llevar a juicio político a la Corte, es apoyada popularmente recordando además que fue el ex presidente Juan Domingo Perón, quien en 1917 fue el primero que logró reemplazar a la Corte, por su apoyo a la llamada “década infame” de fraudes electorales y los crímenes cometidos en función de las necesidades de la oligarquía pro inglesa.

También el ex presidente Néstor Kirchner en su gobierno impulsó el juicio político de cinco de los nueve jueces de la Corte en esos momentos “la mayoría automática” que había armado Carlos Menem(1989-1999) , tres de ellos renunciaron para no ser destituidos.. Ellos fueron claves para firmar las privatizaciones, de las principales empresas del estado y la entrega de buena parte de la soberanía nacional. No será fácil el caminos, pero la Corte Suprema superó todos los límites.

(Con información de La Jornada)

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