Unionistas norirlandeses se oponen al Brexit

La jefa del partido Arlene Foster atacará el acuerdo de Boris Johnson, que crea un estatuto diferente para Irlanda del Norte

Los unionistas del pequeño partido de Irlanda del Norte DUP se reúnen en congreso el sábado para un nuevo episodio de la saga del Brexit, en la que han logrado desempeñar un papel desproporcionado respecto a su importancia numérica, oponiéndose a sucesivos acuerdos de retirada.

Con sus diez diputados, estos ultraconservadores protestantes, para los que la unión con Gran Bretaña es una cuestión existencial, han salido de la marginalidad al convertirse en aliados de los conservadores en el poder, gracias a los cuales alcanzaron la mayoría.

También lograron bloquear las dos versiones del acuerdo de Brexit celebrado por Londres con Bruselas, primero el de la Primera ministra Theresa May y luego el de su sucesor Boris Johnson.

La jefa del partido Arlene Foster tomará la palabra el sábado para atacar el acuerdo de Boris Johnson, que crea un estatuto diferente para Irlanda del Norte con respecto al del Reino Unido una vez fuera de la UE.

Desde las elecciones anticipadas en 2017, en las que Theresa May perdió la mayoría, el DUP tiene mucho peso en el Brexit y su rechazo del acuerdo de la entonces Primera ministra la condujo a la dimisión hace cinco meses.

Traición

El año pasado, Boris Johnson, calurosamente aplaudido, había instado a los delegados del Congreso a resistir a un Brexit que les obligaría a adoptar «amplias partes de las normas de la UE».

Este año, su acuerdo de Brexit, que prevé precisamente una adaptación a las normativas de la UE en materia de normas alimentarias y de impuestos, será objeto de críticas.

Los unionistas consideran que el acuerdo crea una frontera en el Mar de Irlanda y, en última instancia, hace más probable la unificación con la República de Irlanda, su pesadilla.

La cuestión irlandesa está en el centro de la dificultad del Brexit, ya que el establecimiento de una frontera física entre la provincia británica al norte y la república al sur pondría en tela de juicio los acuerdos de paz concertados en 1998, que pusieron fin a treinta años de disturbios entre republicanos y unionistas.

El acuerdo de Brexit que propone Boris Johnson impone controles aduaneros una vez que el Reino Unido haya abandonado el mercado único y la Unión aduanera, tanto entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte como entre las dos partes de Irlanda.

«El partido tiene razón al decir que el nuevo acuerdo fragilizará con el tiempo la posición de Irlanda del Norte», señaló recientemente el editorialista Fintan O’Toole en el diario británico Irish Times. «Pero es el resultado del Brexit que aclamaron con tanto entusiasmo».

(Con información de AFP)

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