La guerra ideológica y la epidemia covid 19 en Rusia

Los rusos desarrollan al menos dos prototipos de vacunas que están avanzadas en su fase de pruebas clínicas con dos grupos de voluntarios

Moscú, Rusia. El Desfile de la Victoria, realizado en medio de un incipiente repliegue de la pandemia de Covid-19, y el discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, fueron llamados a defender la verdad histórica de la Gran Guerra Patria.

Putin, además de un extenso artículo sobre los años previos a la II Guerra Mundial, donde expuso verdades de la conspiración en Europa para evitar la confrontación con Adolfo Hitler y promover la agresión a la Unión Soviética, retomó ese tema durante la revista militar.

Con 13 mil militares formados en la Plaza Roja, Putin recordó que el soldado soviético nunca necesitó ni la guerra, ni el territorio de otros estados, ni la gloria, ni los honores. Solo querían derrotar al enemigo, obtener la victoria y volver a casa, subrayó.

De hecho, se hizo una pregunta que echa por tierra muchas de las campañas actuales en Occidente: que habría sido del mundo si la URSS no lo hubiera librado del horror del fascismo alemán.

La Unión Soviética liberó a los territorios ocupados en Europa, puso fin a la terrible tragedia del Holocausto y salvó del nazismo y de la ideología de muerte al pueblo de Alemania, destacó el mandatario.

Ello ocurre en medio de la campaña por acusar a la URSS, y en consecuencia a Rusia como su heredera histórica, de ser, junto a la Alemania de Hitler, uno de los iniciadores de la II Guerra Mundial, lo cual fue aprobado en una resolución del Parlamento Europeo.

La marcha militar, donde participaron 12 bloques militares de igual número de estados, incluidos los de la India y China, dio un nuevo martillazo sobre los intentos de tergiversar la historia, consideran aquí analistas.

La cuestión de la epidemia

Pero la celebración del desfile por el 75 aniversario de la Victoria sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria, también fue una especie de demostración de que, pese a ser el país con el tercer lugar en número de casos de la Covid-19 en el orbe, la situación mejora.

De hecho, la semana fue testigo de un nuevo listón psicológico a la baja, al quedar Rusia, por primera vez desde abril pasado, por debajo de los seis mil casos diarios de la citada enfermedad, mientras el índice nacional de recuperación llegó al 62 por ciento y el de Moscú al 65,53.

Solo en 10 de 85 regiones fue imposible efectuar la revista militar, a causa de la situación epidemiológica, pero, como afirmó Putin, Rusia está preparada para concentrar fuerzas donde sea necesario, como se hizo en la república de Daguestán o en la comarca de Zabaikal, acotó.

Putin resumió en una intervención la labor realizada por médicos, voluntarios, militares y la población en general para vencer esa ‘alimaña’, después de advertir la necesidad de mantener las medidas de precaución.

Con ello pareció dar una visión positiva del desarrollo del combate contra la pandemia, cuando el país desarrolla al menos dos prototipos de vacunas que están avanzadas en su fase de pruebas clínicas con dos grupos de voluntarios del ministerio de Defensa y de varios civiles.

Los centros Gamelei, junto al ministerio de Defensa, y el Vektor, deben concluir en julio todas sus pruebas de terreno para en septiembre llevar la vacuna a su producción masiva.

Todo ello ocurre en medio de la preparación para el referendo del 1 de julio sobre reformas constitucionales, aunque esta semana se inició la votación inicial por el método del voto en casa, sin contacto y el electrónico ‘Elector móvil’, autorizado solo para algunas regiones.

Los ciudadanos rusos deben pronunciarse por cambios vinculados, al funcionamiento del estado, la atención médica, la ayuda social, el empleo, la soberanía, la verdad histórica y la participación de Putin en las elecciones de 2024, sobre lo cual el estadista aún no se pronuncia.

El mandatario ruso retomó el asunto de la seguridad estratégica, cuando en el orbe crecen las advertencias de que Estados Unidos, con la crisis económica, protestas antirracistas y el avance de la pandemia, podría tomar decisiones poco ortodoxas y peligrosas para otros estados.

Las consultas de delegaciones rusas y estadounidenses en Viena para extender el Tratado de Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas tuvieron resultados modestos, cuando Washington más bien se empeña en desmontar el sistema mundial de control sobre el desarme.

El fin del confinamiento por la Covid-19 en Rusia y varios países europeos podría crear nuevas oportunidades para el necesario intercambio directo de sus estadistas en busca de evitar lo peor: que una nueva situación de profunda crisis mundial lleve a otra conflagración como ocurrió el 1 de septiembre de 1939.

(Con información de Prensa Latina)

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