Los males cardiovasculares acaban a enfermos renales

La reducción de biodisponibilidad de óxido nítrico por inactividad de una proteína, causa la disfunción endotelial que conlleva a alteraciones cardiacas

La enfermedad renal crónica (ERC) es muy frecuente. Un 10 por ciento de la población mundial (850 millones de personas) tiene “cierto grado de disfunción renal”, que eventualmente puede progresar a enfermedad renal en etapa terminal y para sobrevivir se necesitará de un trasplante de riñón, diálisis peritoneal o hemodiálisis.

Los enfermos renales llegan a presentar complicaciones cardiovasculares letales, pues más del 50 por ciento de las muertes en estos pacientes son por complicaciones como hipertrofia ventricular izquierda, con remodelamiento cardiaco y alteraciones de la conductividad del corazón.

También, asegura el doctor Jonatan Barrera Chimal, se presenta ateroesclerosis y calcificaciones vasculares que pueden llevar a la muerte cardiovascular por infartos o complicaciones al miocardio.

México es uno de los países con mayor prevalencia y mortalidad por enfermedad renal crónica. Quienes padecen ERC a veces no llegan a la terapia renal sustitutiva por dichas complicaciones cardiovasculares.

Por eso, dice el investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, es necesario su diagnóstico y tratamiento en etapas tempranas, cuando comienza la progresión de la enfermedad renal crónica.

Sn embargo, la ERC se detecta en etapas avanzadas debido a que aún se carece de métodos diagnósticos tempranos y a la falta de conciencia sobre el cuidado de la salud renal.

La población con factores de riesgo, como diabéticos, hipertensos y obesos -recomienda Barrera Chimal-, debe practicarse un chequeo médico continuo para detectar algún grado temprano de disfunción renal y tener un tratamiento oportuno y más efectivo.

Buscan indicios tempranos

Barrera Chimal estudia en el laboratorio las consecuencias cardiacas de la enfermedad renal o síndrome cardio-renal, cuya clasificación depende de donde inicia el daño: corazón o riñones, y su temporalidad. Pacientes con insuficiencia cardiaca también pueden desarrollar enfermedad renal crónica.

En modelos animales el joven científico universitario estudia las alteraciones (inflamatorias y endoteliales) que se producen en el corazón durante etapas tempranas de la enfermedad renal crónica.

Barrera y colaboradores han detectado remodelamiento cardiaco, básicamente desarrollo de fibrosis en el miocardio. También se encuentran estudiando algunos mediadores inflamatorios que podrían funcionar como biomarcadores o blancos terapéuticos.

Nos interesa encontrar un biomarcador no invasivo que nos permita identificar alteraciones cardiacas tempranas, primero en ratones y luego ver si funciona en el ser humano.

Otro resultado preliminar es que durante la enfermedad renal crónica ocurre una disfunción endotelial (el endotelio es una capa que recubre la zona interna de los vasos sanguíneos), caracterizada por la reducción en la biodisponibilidad de la molécula llamada óxido nítrico.

Barrera Chimal encontró que la sintasa de óxido nítrico endotelial, proteína encargada de sintetizar el óxido nítrico, está inactiva en etapas poco avanzadas en ERC. Por lo tanto, se reduce la biodisponibilidad del óxido nítrico, lo que causa una disfunción endotelial, que conlleva a alteraciones cardiovasculares. Además, en modelos experimentales se mostró que el promover la activación de esta proteína, previene la aparición de alteraciones cardiovasculares en la ERC.

Creemos que, si modulamos esta vía de señalización molecular, se podrían prevenir la aparición de alteraciones cardiovasculares durante la ERC.

Barrera Chimal ha encontrado que se activan procesos inflamatorios en momentos muy tempranos de la progresión de la ERC. Actualmente, por eso, trata de determinar cómo estos procesos inflamatorios tempranos causan alteraciones crónicas en el corazón, particularmente en el ventrículo izquierdo, donde luego se va a presentar la fibrosis e hipertrofia.

Finalmente dice que estudian también si con la eliminación transitoria de esas células inflamatorias, hay alguna posibilidad de que en una etapa muy temprana de la ERC se pueda evitar o prevenir la aparición de alteraciones cardiovasculares crónicas, como la fibrosis cardiaca, el remodelamiento cardiaco y la disfunción cardiaca.

(Con información de Gaceta UNAM)

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