La cultura de los ‘adictos al trabajo’ debe terminar

Érase una vez, un mundo en el que el éxito se construía sobre el ideal del trabajo duro. Hoy, con el auge de la tecnología, el mensaje se ha transformado: trabajar todo el tiempo o fracasar, afirma Melinda Gates en su primera columna en LinkedIn.

Gates, una de las mujeres más ricas del mundo, se unió al sitio de redes sociales profesionales (ahora propiedad de Microsoft) y publicó que la cultura ‘workaholic’ es particularmente perjudicial para las mujeres: «Estamos enviando a nuestras hijas a un lugar de trabajo diseñado para nuestros papás”.

El lugar de trabajo bajo el modelo estadounidense se estableció sobre la suposición de que los empleados tenían parejas que se quedarían en casa para hacer el trabajo no remunerado de cuidar de la familia. Por supuesto, eso no siempre fue cierto en ese entonces y definitivamente no lo es hoy, argumenta.

«De hecho, la mayoría de las empresas están pidiendo a los empleados a trabajar más. En Estados Unidos la semana de trabajo ha aumentado de menos de 40 horas a casi 50. (…) La tecnología ha hecho más difícil alejarnos de nuestros trabajos, y más fácil preguntarse si una noche o un fin de semana largo está dañando nuestras carreras”, señala Gates.

El resultado es una ética de trabajo que lastima a todos, escribe la cofundadora de Bill&Melinda Gates Foundation. Cuando las empresas exigen que los empleados trabajen todo el tiempo, aquellos que quieren equilibrar la carrera con la vida familiar declinan.

Algunos abandonan el mundo corporativo por completo, lo que limita la diversidad y los que se quedan son menos productivos.

«Tienen que dedicar tanta energía a simplemente mantener sus cabezas por encima del agua, en lugar de pensar en formas de crear más valor», escribe.

Un ‘monstruo’ que Microsoft y Apple contribuyeron a crear

Hay algo de ironía en este mensaje porque Microsoft comenzó sus días como una de esas compañías que exigían horas incesantes, afirma Julie Bort, editora de Business Insider, en una colaboración para el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

A principios de esta semana, detalla Bort, Bill Gates describió esos primeros días en Microsoft y en el cuartel de Apple, durante una entrevista con The Wall Street Journal:

«He venido a valorar la empatía más en el transcurso de mi carrera. Al principio estábamos locos por la velocidad, permaneciendo toda la noche (en la oficina, pensando), ‘Oh, eres cinco por ciento más lento como programador’.

Steve Jobs y la forma en que dirigía el equipo de Mac era un ejemplo extremo de que se hizo mucho y se innovó mucho, pero un año después nadie (de ese equipo) permanecía en la empresa”.

Melinda Gates escribe en su columna que hay otras correcciones a la doctrina actual de «trabajar duro o fallar». Por ejemplo, las compañías que adoptan programas de diversidad ofrecen mentoría y tienen políticas pro-familiares como el permiso remunerado parecen hacer un mejor trabajo guardando su talento. Aunque reconoce que falta mucho por hacer.

(Con información de El Financiero)

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