Ciudadanos saben quiénes son los responsables del gasolinazo

La liberación de los precios de los combustibles representa la ruptura del Estado Mexicano con amplios sectores de la población, que cada vez más identifican como los responsables de muchos de los problemas del país, a la ineficacia del gobierno y a la ausencia de representación de los diputados y senadores en el Congreso de la Unión.

Tras el incremento a los combustibles se generó existe un proceso de reflexión que identifica que los responsables no sólo son el Ejecutivo federal sino que comparten culpas con los diputados y senadores, lo que puede permitir dar otros sentidos a la protesta.

La reacción en estos momentos es inmediatista y sin una dirección política, lo que limita considerablemente los resultados, que pueden llegar a conducir a nada y a que el malestar se diluya con el tiempo.

Para evitar esa situación, es importante que a la protesta se sumen grupos más organizados como son los sindicatos, las ONG y las cámaras empresariales.

Revertir la decisión de la liberalización de los precios de los combustibles no es un asunto sencillo. Eso sólo podrá lograrse con una amplia participación de la población y una dirección del movimiento, que proporcione confianza y credibilidad: algo que en este momento no se tiene.

La búsqueda de sentido en las luchas sociales son un indicativo que muestra cómo las protestas callejeras se transforman en importantes movimientos sociales y ese es el reto  principal de la coyuntura política que se está viviendo, en la que la protesta no puede circunscribirse solo al incremento del precio de la gasolina sino a la mejora de la vida pública lo que implica la transformación del régimen político.

Sobre todo, por la circunstancia electoral en el 2018, en donde se debe buscar construir la  opción política, frente al marasmo que existe en los partidos políticos, quienes se alejaron de las demandas populares y de la lucha social y en donde hoy los partidos prácticamente no representan nada y la coyuntura se presta a una lucha política de largo alcance.

Por eso resulta inentendible la decisión de liberar los precios de los combustibles, pues es el Estado el que proporciona la bandera de lucha y la posibilidad de la unidad de esfuerzos para revertir esa medida antipopular, del incremento del precio de la gasolina.

El secretario de Hacienda en sus argumentos de defensa a tal medida, señaló que la liberación de precios era necesaria, en virtud de que el Estado ya no podía continuar subsidiando los costos de la gasolina, pues eso representa una cantidad aproximada de 200 mil millones de pesos al año.

Este argumento no podía haber sido más desafortunado, debido a que se hizo público la cantidad de carga que ha sido transferida a la sociedad  con el gasolinazo: 200 mil millones de pesos, situación que empobrece a la población, pero eso parece no importarle al gobernante.

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