Yucatecos en riesgo por falsos servicios sicológicos

Profesionales de la sicología señalan que actualmente la disciplina debe ser empática hacia las problemáticas sociales

Mérida, Yucatán. Una de las principales amenazas que enfrenta la sicología hoy en día es la “intromisión” de personas que ofrecen servicios de salud mental, pero no tienen ni la cédula profesional ni están capacitados para esto, algunos son los conocidos como coach motivacionales.

La pandemia del Covid-19 hizo que muchas profesiones tengan que rediseñarse, repensarse y adaptarse a los nuevos cambios. Una de ella fue la sicología, principalmente la clínica; que tuvo que ayudarse de las nuevas plataformas digitales para poder seguir ofreciendo sus servicios.

No obstante, también brindó una oportunidad para reflexionar; recordar el objetivo y plantear los nuevos retos y desafíos.

Este 20 de mayo, día del sicólogo en México, personas especializadas en el ramo comparten sus impresiones alrededor de esta profesión.

Profesionales de la sicología señalan que actualmente la disciplina debe ser empática hacia las problemáticas sociales; incluirse dentro de los movimientos sociales que inciten al cambio; además la especialidad debe diversificarse para abarcar otros rubros y espacios de la vida social. Salir del consultorio y acercarse más a las comunidades rurales.

Es importante crear también comunidades de sicólogos y sicólogas que puedan también tener cierta presencia en ciertos ámbitos, hay que reivindicar la labor, educar a la gente, sobre cuáles serían las consecuencias de acudir con personas ajenas a la profesión, compartieron los especialistas.

A su vez, uno de sus objetivos esenciales debe ser buscar el bienestar de la ciudadanía. A pesar del panorama, amar la profesión, no deben rendirse. “Tener siempre como guía y termómetro, la estrella de nuestra profesión: el bienestar del ser humano; tratar de ayudar a otros seres humanos a ser mejores y nosotros también”, reflexiona Elías Alfonso Góngora Coronado, ex responsable del Centro de la Felicidad y Bienestar de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

¿Cuál es el papel del sicólogo hoy en día?

Atacar problemas sociales

Para Edgardo Flores Herrera, presidente de la Asociación Yucateca de Suicidología (AYUS), hoy por hoy, el trabajo del clínico del sicólogo tiene que involucrar igual temas dentro del activismo social, pues opinó que ha faltado un poco de eso en su entorno como profesionales de la salud mental. “Incluirnos en movimientos sociales que inciten al cambio”.

Flores Herrera señaló que los especialistas en la sicología deben tomar conciencia de que su trabajo no se limita a cierto aspecto, sino tiene que tener miradas integrales; una mirada global, que considere los diferentes elementos que hay alrededor de las personas a las que están acompañando y atendiendo. “Desde ahí, la invitación justamente a ser partícipes de un activismo social que nos lleva a salir, quizás de ciertos espacios seguros o de confort, justamente para tener realmente un impacto en nuestro entorno”, manifestó.

Proceso de reivindicación e intromisión

Por otro lado, indicó que hoy por hoy la práctica sicológica en general, está pasando por un proceso de reivindicación. Si bien hay avances en el reconocimiento de labor de los profesionales que se dedican a esta área, todavía no está reivindicado, es decir, “todavía no hay como una justa posición que implique que el trabajo de las y los sicólogos realmente tenga una repercusión importante en los diferentes sectores en donde está insertado”.

Porque, según expuso, una de las principales problemáticas que se enfrentan es la inadecuada aplicación por parte de profesionales que no están enmarcados en la sicología; quienes ofrecen servicios del área, pero sin tener la base.

“Ha habido como una intrusión profesional por parte de otros enfoques que de repente afectan la labor de la sicología”, subrayó.

Específicamente, precisó, en la cuestión clínica; existen personas que cursan algún diplomado, curso e incluso hasta una maestría relacionada con la práctica sicoterapéutica, sin embargo, no cuentan las bases y el sustento necesario, dentro de estas personas que entrarían estos famosos “coach motivacionales”.

“Hay una buena parte del sector que se promociona como coach, que de repente tiene que ver más bien con cuestiones técnicas sicológicas, en donde se aprende algún tipo de estrategia, algún tipo de método y se oferta como tal”, indicó.

No obstante, dijo que esto puede ser riesgoso para el paciente, pues pueden terminar abriendo algún elemento sicológico, del cual no están capacitados y esto puede generar alguna condición. “Provocan una cuestión dañina con el afán de querer hacer el bien en una persona”.

En su opinión, mucha gente acude con estas personas pues tienen mucha publicidad y marketing, además de que prometen resultados inmediatos. “Cuando alguien te pregunta: oye, en cuánto tiempo ya voy a ver mejoría y terminamos respondiendo: pues depende; esto genera un poco de inquietud en las personas”.

Entonces, añade, cuando se acercan a algún coach y le aseguran “conmigo haciendo esto ya vas a salir de tus problemas entonces, pues por supuesto que la gente va a querer ir a alguien que te ofrece una metodología y una estructura y hasta un tema de hasta tiempos”.

Retos

En conclusión, el especialista indicó que hay que fortalecer el trabajo de los colegios de sicología para que tengan posturas y posicionamientos frente a situaciones de mala praxis, de profesionales que no están enmarcados en el ámbito sicológico y que ofrecen servicios dentro de la disciplina.

Ampliar la función: salir del consultorio

El sicólogo Elías Alfonso Góngora comentó que es importante ampliar la función del personal de su área, porque a veces se les encasilla en el estereotipo de la sicología clínica, pero también es importante en otros aspectos, en lo laboral, educativo y social, por ejemplo.

“La sicología debe abarcar más en lugar de esperar a que las personas lleguen al profesional del área; nos tenemos que acercar más a las personas antes de que tengan problemas en las comunidades, en las escuelas, en el trabajo con el fin promover más cosas positivas”, subrayó.

Dejar un lado esa mirada tradicional, de estar solo en el consultorio, esperando a que las personas vengan; tenemos que cambiar un poco el panorama e ir hacia las personas, en el trabajo, en las escuelas, en las comunidades, en los lugares donde más lo necesitan “que no se vuelva algo elitista”.

Por eso, señaló que deben promover que las personas que son del interior del estado que vienen a la capital a estudiar a las universidades, sean apoyados también para que regresen a sus lugares de origen y ahí puedan trabajar con la población y atender la salud mental de la comunidad.

“Tenemos que ver el panorama más amplio; ampliar las funciones del profesional de la sicología, movernos también para dar más acceso a las personas; prevenir los problemas de salud mental”, sentenció.

¿Cómo debe ser el sicólogo actualmenteente?

Alfonso Góngora dijo que, si nos apegamos al Código de Ética de su profesión, la principal tarea de un profesional de la sicología es generar el bienestar en las personas que solicitan nuestro servicio; hacer las autónomas independientes, que puedan realizarse como seres humanos.

Promover la salud mental

Otro de los papeles fundamentales de la sicología es promover en todos los espacios la salud mental; “desde nuestra trinchera”; trabajar en eliminar este estigma que todavía prevalece sobre todo en la población masculina, que piensa que buscar ayuda y trabajar sus emociones es sinónimo de debilidad.

«Todos los seres humanos necesitamos en algún momento ayuda de un profesional y tenemos que cuidar nuestra salud mental, porque de ella dependerá quiénes somos y cómo nos conducimos en la vida”, indicó la doctora Patricia Gili López, ex presidenta del Colegio de Psicólogos de Yucatán.

Además, según comentó, promover la superación la profesional humanística, académica de los sicólogos en las diferentes áreas, la educación continua del “Porque lo que hoy está actual ya mañana está obsoleto y lo vimos en la época de pandemia, que no tuvimos que enfrentar a la tele sicología, no tuvimos que enfrentar a la terapia en línea”, compartió.

“Todo es cuestión de que, si te apasiona lo que haces, si amas tu profesión, si eres el mejor en lo que haces, cuando realmente se vuelve una realización más allá de la remuneración, el objetivo deja de ser el beneficio económico para transformarse en un bien común, en un bien social”, concluyó.

(Con información de La Jornada Maya)

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