“Las lesbianas también tenemos derecho a la maternidad”

Quieren acusar a la madre de adicta y violenta cuando las mismas pruebas que aplicó la Fiscalía del Estado salieron negativas

Mérida, Yucatán. Julissa H.C. desea pasar la Navidad y Año nuevo con sus dos hijos, una bebé recién nacida y un menor de seis años. Advierte que acampará en las puertas del palacio del gobierno del estado hasta conseguirlo.   

Desde el pasado viernes, la madre instaló una casa de campaña en medio de la calle 61, con 60, la cual está rodeada de varios juguetes que espera poder darles a sus pequeños, así como carteles pegados.

“Las lesbianas también tenemos derecho a la maternidad, yo amo a mis hijos”, “el Estado tiene secuestrado a mis hijos”, “por ser lesbiana el gobierno me arrebató mis hijos”, se puede leer en su protesta.   

«No quiero empezar el año sin mis hijos, también soy madre y merezco estar con mis hijos”, manifestó la mujer.   

Como hemos informado, el pasado 26 de octubre, Julissa llegó al hospital para ser madre, sin embargo, dos días después la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Yucatán (Prodennay) tomó la custodia de su bebé recién nacida y también a su hijo de seis años.  

Dariana Quintal, representante legal, explicó que la madre llegó al Hospital General Agustín O’Horán para tener a su bebé, nosocomio en donde una trabajadora social comenzó a cuestionar sobre la orientación sexual de la madre, hasta llegar a decir que no sería “un buen ejemplo” para su hija (y su hijo de seis años) y logró que retuvieran a su bebé el 28 del mismo mes.  

“Ella consideró que Julissa por el hecho de ser lesbiana no es apta”, señaló Quintal, por lo que le informaron que sería dada de alta, pero su bebé sería entregada a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Yucatán (Prodennay). Días después, según indicó, también le sustrajeron a su otro hijo de seis años.   

Julissa comentó que luego de más de un mes pudo ver a su hijo el miércoles 14 de diciembre y a su bebé al día siguiente, pero las autoridades del Prodennay no le permiten darle pecho a su bebé, pues le piden otras pruebas de antidoping, cuando ya le habían hecho unas, las cuales salieron negativas. “Estoy limpia; no quiero pretextos, yo solo quiero que me entreguen a mis dos hijos”, manifestó la madre.   

La mujer indicó que tiene derecho a ver sus hijos cada 15 días unos 45 minutos, en las instalaciones de Casa AMAR, en el caso del varón y a su bebé en el Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo (Caimede).   

También comenta que en la visita que ha tenido, ha observado a su hijo enfermo, ha bajado de peso, por lo que teme que su salud empeore. “Está muy flaco”, señaló.   

La madre también indicó que las autoridades estatales le aplicaron sin su consentimiento sin ningún sustento, un examen rectal. 

Dariana Quintal, asesora legal, indicó que los comunicados que ha emitido el gobierno estatal son falsos, pues quieren acusar a la madre de ser drogadicta y violenta cuando las mismas pruebas que aplicó la Fiscalía del Estado salieron negativas, y las pruebas de supuestos actos de violencia sólo arrojaron que el niño tenía leves marcas en el labio y en su pie. “De ahí se agarraron para decir que sufría violencia”, dijo la abogada.   

Tampoco es verdad que los menores estuvieran en estado de desnutrición, como ha dicho la Prodennay. “Están tratando de justificar la cacería de niños”, externó la abogada.

(Con información deLa Jornada Maya)

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