Inhiben en Mérida a músicos con debilidad visual

Mérida, Yucatán. Desde hace casi un año, Ángel Castillo y su grupo Brea amenizan el tránsito de quienes acuden al Centro Histórico de Mérida.

Esta agrupación tiene una particularidad que la distingue de otros artistas urbanos: todos sus integrantes tienen algún grado de discapacidad visual.

Pese a lo anterior, aseguran haber sufrido discriminación por parte de las autoridades que en días anteriores los “reubicaron”, presuntamente a petición de algunos locatarios.

La peculiaridad que caracteriza a la agrupación no ha sido inconveniente para que casi todos los días, armados con diversos instrumentos como órganos, guitarras y panderetas; los integrantes de Brea acudan al pasaje Emilio Seijo a deleitar a los transeúntes con su amplio repertorio.

Es común verlos rodeados de personas, quienes no dejan de asombrarse por la virtuosidad de las melodías que emanan de los altavoces que algunas tiendas circundantes les hacen el favor de conectar en sus locales.

Los corrieron del Emilio Seijo, pero están de vuelta

En entrevista con La Jornada Maya, Ángel explica que hace unos días esa armonía se rompió, pues a él y a sus ocho compañeros los corrieron del lugar en donde la gente ya estaba acostumbrada a verlos, mediante el uso de la fuerza pública.

Según detalla el músico, no es la primera vez que tratan de amedrentarlos, pues en otra ocasión los dependientes de ciertos establecimientos -cuyos nombres prefirió omitir- les empujaron la bocina al grado que la desconectaron y casi rompen sus cables.

Ángel atribuye esa situación a la inconformidad por parte de los dueños de dos locales que se ubican cercano a donde se instalan, ya que argumentan que la música “está muy alta”. Actualmente están a unos metros de donde se solían colocar, siempre a la expectativa de nuevas acciones de represión en contra de su arte.

“Somos personas que merecemos respeto, no solo de la gente; sino de las autoridades”, sentenció.

No los contemplan en políticas públicas

Aprovechando la entrevista, el artista lamentó que las autoridades ofrezcan apoyos y empleo para personas con discapacidad, pues “lo que no se sabe es que nunca incluyen a las personas con discapacidad visual”, sino solo a los que padecen motriz o auditiva, “nos hacen a un lado”, aseguró.

“Siempre que vamos a buscar empleo, nos lo niegan porque no podemos ver, nos menosprecian y eso se llama discriminación laboral y no debería de existir”, añadió.

En los pocos casos en que son contratados, los trabajos que les ofrecen son mal pagados. Basado en su experiencia, explicó que los salarios para los discapacitados visuales suelen oscilar los 70 pesos diarios, “eso es explotación y no tenemos por qué aguantarla”, concluyó.

(Con información de La Jornada Maya)

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