Decae producción de miel por deforestación y pesticidas

Pide agrupación restringir el uso de pesticidas y no han tomado medidas y aplicado sanciones a quienes los utilizan

Mérida, Yucatán. Apicultores y apicultoras representantes de los tres estados de la península de Yucatán e integrantes de la Alianza Maya por las Abejas Kaabnaloón advierten que la apicultura está en decadencia, producto de la deforestación que causa sequías y también por el uso de pesticidas.

En una rueda de prensa, las y los apicultores expresaron que la crisis climática no es la única razón de la muerte masiva de abejas, sino la falta de atención por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno que no han restringido el uso de pesticidas y no han tomado medidas y aplicado sanciones a quienes los utilizan.

“Todo esto que estamos viviendo, esta crisis, se debe a la expansión de la industria, que es una de las principales causas de deforestación que estamos enfrentando. En los últimos cuatro años ha habido una deforestación cuatro veces mayor respecto a la tasa anual nacional. Esto significa que tenemos una pérdida del hábitat natural de las abejas y, por lo consiguiente, estamos enfrentando la muerte masiva de abejas. La expansión de la deforestación también es asociada al crecimiento de la frontera agrícola, todo esto sumado al uso de plaguicidas, que ocasionan en gran medida la muerte de las abejas”, expresó Leydy Pech, apicultora e integrante de la Alianza Maya por la Abejas Kaabnaloón.

En el área de Tizimín, desde el 11 de marzo del año en curso, los apicultores han reportado un incremento en las muertes de las abejas en sus apiarios. Hasta ahora no han recibido respuesta de las autoridades. Algunos de los apicultores perdieron el trabajo y la producción que han cuidado durante ocho años.

En la zona de Kinchil y Maxcanú, un total de 29 apicultores expresaron que las granjas porcícolas ocuparon territorios a través del despojo. Ubicadas a tan solo 500 metros de sus apiarios, también provocaron que se les restringieran las certificaciones para la producción de miel.

“Con esta certificación es con la que vendemos la miel a un precio regular y ya la perdimos. No ha habido interés porque nos paguen los daños que nos han causado. Hay otra granja que está en San Fernando, comisaría de Maxcanú, esa granja ya contaminó los pozos, los niños que se bañan allá les salen ronchas y ya no pueden bañarse. Esa gente es de escasos recursos y no pueden comprar agua, y se obligan a bañarse con esa agua. Tengo 54 años de ser apicultor y jamás había tenido este problema que hemos estado padeciendo”, comentó Marco Antonio Chan Ceh, apicultor de la zona de Maxcanú.

“A mí me mataron 55 colonias de abejas, estamos a un kilómetro alrededor de un plantío de maíz que usa insecticidas que dañan a las abejas. ¿Cómo daña a las abejas? En la floración del maíz, se riega el fungicida y todas las abejas que fueron a polinizar se mueren. Desde el mes de marzo que vimos esa catástrofe en las piqueras de las colonias, miles de abejitas aparecieron muertas. Da tristeza y da coraje. Yo no soy el único, han sido como 600 colonias de abejas que han muerto sólo en esa parte”, explicó Fidencio Tamayo Batún, apicultor desde hace 30 años en el municipio de Tizimín.

“En marzo de 2023 perdimos más de 3 mil 650 colmenas que hasta el día de hoy nadie se ha hecho responsable por la reparación del daño, o con alguna amonestación, por el uso indiscriminado de plaguicidas. Es indignante que, a raíz de esto, hasta los propios productores hayamos sido denunciados por levantar la voz y decir que la apicultura se está perdiendo en el estado de Campeche. El gobierno no ha hecho nada por la reparación del daño. Nos dieron un apoyo para repoblar las colmenas en Hopelchén, en diciembre del 2023, y en enero del 2024 volvieron a usar el plaguicida que mató a las abejas. Hasta ahora no han vuelto a tocar el tema”, comentó Benjamín Acosta, de la comunidad de San Francisco Suc-Tuc del municipio de Hopelchén, Campeche.

A falta de apoyo de las autoridades, los apicultores de Hopelchén, en compañía del Colegio de la Frontera Sur, han tenido que hacer el trabajo para rastrear el plaguicida que mata a las abejas, que es el fipronil, el cual es de uso común en los ranchos cercanos a las zonas donde se ubican los apiarios. A su vez, por el uso de estos plaguicidas, la filtración ha afectado a los pozos, por lo que el agua de estas comunidades ya no es apta para el consumo.

“Hoy vivimos amenazas latentes por los megaproyectos que tienen los gobiernos. Los gobiernos pueden actuar, pero no lo hacen, hoy exigimos que se haga justicia para todos los apicultores, en la zona oriente de Yucatán vemos como hay muerte de abejas. Los apicultores ya están desanimados, porque perdieron un patrimonio cultural que tenían desde sus abuelos”, agregó Jorge Alberto Pech Martín, apicultor de la zona de Hopelchén, Campeche.

Los apicultores de la zona de Tizimín reportan pérdidas económicas de más de cuatro millones de pesos en colmenas y producción. Comentan que hay un grave problema de tala masiva en la zona, lo que ha incrementado el cambio climático. Por su parte, apicultores de la zona de Hopelchén, también expresaron que el incremento de la migración menonita en la región, ha provocado la deforestación de la selva.

“Nosotros siempre hemos estado poniendo denuncias y demandas. Exigimos que se haga ley el castigo a las personas que maten abejas, es un ser vivo y es un insecto muy importante para el medio ambiente. Se me hace injusto que las maten como cualquier cosa, es injusto que maten a nuestras abejas, nos den otras, y luego las vuelvan a matar. Este problema que estamos enfrentando los apicultores es para todos”, compartió Jorge Alberto Pech Martín.

La exigencia general de los apicultoras y apicultores de la Alianza Maya por las Abejas Kaabnaloón ante este grave daño a sus apiarios y a la biodiversidad de sus regiones, es que los tres niveles de gobierno tomen en cuenta los problemas con sus abejas, que repercute en el bienestar general y la supervivencia humana, al ser ellas las encargadas de la polinización.

Por lo que piden prohibir el uso de los plaguicidas como el fipronil, que se detenga la deforestación y los megaproyectos que afectan el territorio y el patrimonio del pueblo maya, y que se prohíba el cambio de uso de suelo en las zonas de incendios, donde generalmente se producen monocultivos que matan a las abejas. La exigencia también va hacia la creación de políticas encaminadas a la protección de la apicultura.

“Toda abeja en este planeta tiene una función importante. Exigimos que los tres estados de la península de Yucatán tengan a la protección de la apicultura como prioritaria. La apicultura es una fuente de ingreso importante para las familias campesinas. Hoy estamos mirando la entrada de un nuevo gobierno, una coyuntura electoral que promete un desarrollo para el país, pero el desarrollo tiene que mirar y tiene que ver con que cada estado y cada región tiene prioridades distintas”, compartió Leydy Pech.

De los 60 plaguicidas que se usan en las regiones afectadas, ocho de ellos matan a las abejas. En cuanto a los incendios, los apicultores expresaron que muchos son provocados para acelerar el cambio de uso de suelo para monocultivos.

Hasta ahora, ningún candidato a las próximas gubernaturas estatales o municipales se ha acercado a realizar alguna propuesta para el cuidado de sus apiarios, acusaron.

(Con información de La Jornada)

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