Comunidades mayas sufren por la falta de agua limpia
Las megagranjas y la agricultura dañan más el agua, por las sustancias que usan, muchas veces tóxicas que se filtran al subsuelo
Mérida. Yucatán tiene problemas de acceso a agua limpia y potable; por eso, a través del programa #AguaDigna para Yucatán, Educampo realiza acciones para que las familias de las comunidades tengan un agua limpia, libre de desechos y sustancias tóxicas para cuidar de su salud y del medio ambiente.
A través de HIPGive y la plataforma proyecto Tierras Mayas, solicitan el apoyo de la ciudadanía para recibir donaciones y así poder seguir realizando sus trabajo en favor de las comunidades mayas. Hasta el viernes 26 de noviembre, ya habían recaudado 38 mil 177, pesos de la meta de 40 mil.
La mayoría de la población de Mérida cuenta con un suministro de agua constante: va al baño y hay agua, abre la llave y sale agua para lavar los platos o su ropa, no tiene que esperar a que llueva, o crear mecanismos para surtir de agua a los habitantes.
Sin embargo, algunas comunidades del interior del estado viven una realidad diferente, que pareciera ajena a los habitantes de la urbe metropolitana: el suministro de agua potable es de sólo una hora al día, no está garantizado su derecho al acceso al agua.
Educampo es una organización con más 58 años de experiencia, dedicados a temas de desarrollo rural en comunidades de alta marginación en México. Actualmente tiene presencia en nueve estados, entre ellos Yucatán con varios proyectos.
Rosa María Gómez Sosa, directora general de la agrupación, indicó que el estado sí tiene mucha agua, pero no hay acceso a agua limpia, el manejo se vuelve complicado, la gente acumula el líquido en dispositivos no adecuados, lo que ocasiona problemas de salud.
Por eso, subrayó, la agrupación lleva agua digna a las personas rurales de dos municipios, Yaxcabá y Tekax; a través de distintas enotecnias que permiten tener agua limpia disponible para las personas, su consumo y sus actividades; además que les enseñan un correcto manejo del agua, por medio de baños secos, los cuales no requieren de agua para la evacuación de residuos, por lo que se ahorra en consumo y no contaminan.
Asimismo, agregó, les enseñan a crear canales de tratamiento de aguas negras, para que no se vaya el agua sucia al subsuelo y contamine el manto acuífero. “El fin es que hagan un manejo mucho más consciente del agua”, afirmó.
“Estas ecotecnias permiten: por un lado, brindar agua limpia a las familias y evitar la proliferación de enfermedades gastrointestinales y trasmitidas por vectores, como los mosquitos; y, por otro lado, ofrecer alternativas para que los residuos no lleguen al manto acuífero”, subrayó.
También, les muestran cómo guardar el agua en cisternas que obtienen de pozos, para tener el agua de buena calidad, con ayuda de filtros y de más tecnología. “Brindamos acceso a tecnologías que disminuyen la contaminación por residuos y realizamos jornadas de reforestación con flora nativa para cuidar del suelo y del manto acuífero. Además, los participantes reciben capacitación para dar mantenimiento y así dar una larga vida a las ecotecnias”, indicó.
La activista informó que llevan trabajando más de 2 años en estas dos comunidades con este proyecto de agua digna, beneficiando a unas 800 personas.
“En cuanto agua suficiente la hay, pero agua limpia y en mejores condiciones, ese el problema”, indicó.
De acuerdo con Gómez Sosa las megagranjas y la agricultura son las prácticas que más dañan el agua, pues las sustancias que usan, muchas veces tóxicas se filtran hacia el subsuelo; lo mismo con la industrias y los desechos humanos y animales que contaminan las aguas.
(Con información de La Jornada Maya)
