Cambio climático, amenaza para las costas yucatecas

Por ejemplo, Puerto Progreso quedaría bajo el agua y su población desplazada ante el alza en el nivel del mar por el deshielo en la antártida

Mérida, Yucatán. Una nueva estimación del impacto en las costas de todo el mundo por el alzamiento del nivel de los mares, muestra una costa yucateca muy afectada por inundaciones para mediados del presente siglo.

Incluso, prevén la posibilidad de desaparecer por completo dependiendo de los niveles que alcancen las emisiones de gases y de su impacto en el deshielo de la Antártida.

Los nuevos datos publicados en un reportaje en la revista Nature triplican las estimaciones de vulnerabilidad global al aumento del nivel del mar y de las inundaciones costeras, dejando desde Celestún y Chelem hasta El Cuyo con un fuerte impacto por la pérdida de territorio y el desplazamiento de sus poblaciones.

Hablamos de un escenario en el que el Puerto de Progreso quedará bajo el agua, y su población desplazada dependiendo de las emisiones de carbono y el deshielo.

El estudio preparado por científicos de Climate Action y publicado por Nature a principios de noviembre, modela las elevaciones topográficas más actualizadas comparándolas con las estimaciones promedio de la elevación de los mares para 2050 para generar un mapa interactivo y de búsqueda

Los resultados son dramáticos: se estima que hasta 190 millones de personas viven hoy en tierras debajo de lo que será el límite más alto de las mareas altas en 2100.

Sin embargo, estas son predicciones que se refieren a un escenario en el que se implementan medidas para contener las emisiones de carbono. Lo que realmente no está sucediendo debido también a la actitud de países como los Estados Unidos, cuyo gobierno anunció en días recientes su retiro del acuerdo de París sobre el cambio climático.

En el nuevo estudio, en el peor de los casos (aumento de las emisiones en la trayectoria actual), los refugiados climáticos, obligados a abandonar las tierras sumergidas y convertirse en inhabitable para el final del siglo, podrían ser 630 millones. Y 150 millones ya para 2050. Entre éstos, miles de yucatecos desplazados de las costas del Estado. Hablamos de un escenario no muy lejano: los próximos 30 años, mismo que se dejará sentir paulatinamente en menos de 20 años, como muestra el mapa.

Miami, Shanghai, Bombay, Saigón, Venecia, Nueva Orleans, se encuentran entre las ciudades que corren el riesgo de perder territorio o incluso hundirse.

Una situación que también afectará a los grandes deltas, desde Alejandría hasta Egipto y el Bayou de Louisiana.

Costa global, tres veces más expuesta

El nuevo análisis revela una costa global desarrollada tres veces más expuesta a niveles extremos de agua costera de lo que se pensaba anteriormente.

En base a las nuevas estimaciones –explicadas en el artículo por Scott A. Kulp y Benjamín H. Strauss- se elaboró un mapa interactivo que a partir del año 2040 y dependiendo de las variables de emisiones y deshielo, proporciona una visión del impacto en las costas de todo el mundo y en particular las zonas más en riesgo, como la península de Yucatán. El Estado de Tabasco es uno de lo que resultará más afectado en el país por el elevamiento del nivel de los océanos, pero el impacto se sentirá en toda la costa de la península hasta Quintana Roo, desde Campeche hasta Belice.

El Cuyo desaparecerá mientras la reserva de Sian Kaan en Quintana Roo, perderá una gran parte de su territorio. Puerto Morelos en Quintana Roo será uno de los municipios más afectados en ese Estado.

Los autores explican que incluso con bajas emisiones de carbono y capas de hielo antárticas estables, que conducen a niveles de mar futuros optimistamente bajos, encontramos que los impactos globales del aumento del nivel del mar y las inundaciones costeras en este siglo probablemente serán mucho mayores de lo indicado por los análisis pasados más pesimistas.

Señalan que incluso a la luz de las limitaciones identificadas, esta investigación, utilizando un modelo significativamente mejorado de elevaciones costeras, proporciona nuevas mejores estimaciones de la vulnerabilidad de las zonas bajas pobladas a los océanos en aumento a escala mundial y nacional. La confiabilidad aumenta con el tamaño del área evaluada y con el nivel de agua considerado; por lo tanto, las evaluaciones globales de los niveles e inundaciones del mar de fin de siglo, bajo escenarios de alto nivel del mar, deben considerarse más sólidas, advierte.

Ciudades que ya implementan medidas

La Comisión Costera de California es el órgano con jurisdicción en las costas de ese Estado de la Unión Americana. Ha pedido a todos los ayuntamientos con costa en el Pacífico que presenten un plan regulador capaz de hacer frente a las previsiones de erosión e inundaciones que ahora se dan como ciertas para los próximos 50 años.

En esencia, las administraciones locales requieren proyectos para fortalecer y defender las costas (reconstrucción de playas erosionadas, barreras artificiales, rompeolas), pero la Comisión también espera un proyecto de «retiro estratégico» de la población de las costas.

En efecto. A la luz de la escalada de fenómenos climáticos que evidencian el aumento del nivel de los océanos, las ciudades deben preparar planes para el abandono de las áreas más cercanas al agua y para la reubicación de las poblaciones más expuestas, explica la comisión.

Esto es algo que ya se está aplicando en Nueva Orleans y Miami (sin mencionar Fiyi o Bangladesh) y que mide los impactos de la época por venir.

(Con información de La Jornada Maya)

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