Condenan a exmilitares por desaparición de 53 detenidos en Perú
Lima. Un tribunal peruano condenó esta madrugada a prisión a dos exmilitares por los delitos de torturas, ejecuciones extrajudiciales y desaparición forzada de 53 civiles, cuyos restos fueron cremados y/o enterrados clandestinamente.
Después de 34 años de impunidad, la Sala Penal Nacional del Poder Judicial sentenció a 30 años de cárcel al coronel en retiro Humberto Orbegozo, de 75 años, y a 23 de encierro al casi octogenario exmilitar de igual rango Edgar Paz.
Orbegozo fue considerado el principal responsable porque era jefe del cuartel Los Cabitos de la ciudad andina de Ayacucho, unidad en la que se cometieron los crímenes en 1983.
Paz era jefe de inteligencia de la unidad, convertida en un centro de detención, tortura y muerte, como parte de la guerra contrainsurgente de aquella época.
La corte dejó pendiente el dictado de sentencias contra el general (r) Carlos Briceño (de 90 años), quien era jefe del Ejército y por tanto autor mediato, y del coronel (r) Carlos Millones D’estéfano (86), extitular del Estado Mayor Operativo. Sus abogados alegaron que tienen problemas de salud mental.
Tampoco se leyó la condena contra el exoficial Arturo Moreno, porque está prófugo en Chile, mientras fue absuelto por falta de pruebas el exjefe de Estado Mayor Administrativo del cuartel, Roberto Saldaña.
La fiscal del caso, Luz Ibañez, demandó la inmediata captura y encarcelamiento de Orbegozo y Paz, quienes no asistieron a la audiencia final, y que se impida su salida del país, sobre todo de Orbegozo, quien podría aprovechar su ciudadanía norteamericana para fugarse a Estados Unidos, según la autoridad.
La apelación cuestiona que no se hubiera incluido en la condena a más altos jefes del Ejército, por cuyas órdenes los sentenciados cometieron los citados crímenes de lesa humanidad.
Entre los fundamentos de la sentencia destaca el hecho de que se ha comprobado que en Los Cabitos existía un horno donde se cremaban los restos de los torturados y asesinados, en una rutina que terminaba al día siguiente de la captura del sospechoso.
El proceso se prolongó por 12 años y la lectura de la sentencia duró siete horas.
La Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos durante la llamada guerra interna desatada por el grupo armado Sendero Luminoso declaró que seguirá luchando para que se haga justicia por todas las víctimas.
Según la organización, como resultado de ese conflicto hubo más de 15 mil desaparecidos en Perú.
(Con información de Prensa Latina)