CÁBALA (columna invitada) Hagamos periodismo

La nueva generación de comunicólogos trajo un periodista más humano, más comprometido con la sociedad y más alejado de los grupos de poder

Por Daniel Castro Jiménez

Después del anuncio de la 4T en México y Tabasco respecto a la reducción de los presupuestos destinados a comunicación social cuando menos en los próximos cinco años más, la involución del periodismo mexicano, está por retornar al origen de un oficio que en el siglo XXI se ha modernizado y profesionalizado.

Desde la aparición del “Imparcial” considerado el periódico de la era moderna en México a partir de 1896; pasando por Félix F. Palavicini con “El Universal” en 1914; y Rafael Alducín en 1917 con “Excélsior”; el periodismo mexicano evolucionó en el siglo 20 como un periodismo combativo hasta incluso con la aparición el 19 de septiembre de 1984, de “La Jornada” con Carlos Payán.

Ya en el siglo XXI la pregunta que se hacen la mayoría de los involucrados en medios de comunicación es ¿Se terminaran los periódicos en los tiempos de la 4T?

La respuesta es no.

El periodismo está en la antesala de retomar su punto de partida, pero ya en su concepto de plataformas digítales. Evolucionado en su concepto de información en tiempo real.

Sin olvidar que nace como un oficio, el periodismo ha ido profesionalizando sus métodos y a sus soldados de la información.

No hay que olvidar, sin embargo, que en una época de “burocratismo periodístico” y en los excesos que permitió el siglo XX, hubo un tiempo que ser reportero o periodista, era considerado por la sociedad como parte de un selecto grupo de “iluminados”.

Los tiempos en que colocar un letrero de “Prensa” en un vehículo, generaba impunidad, ha pasado a ser leyenda urbana.

Como anécdota de ese periodismo que ya se está despidiendo, por ejemplo -y cito como responsable-, lo que significa en Tabasco, el anuncio de vincular a proceso – por ejemplo- al director editorial de Tabasco Hoy, Héctor Tapia Martínez de Escobar, por incumplimiento de obligaciones familiares; – algo muy común, por cierto- en estos tiempos.

El comunicólogo respondió a esa información con una serie de infundios contra los responsables de la aplicación de la justicia en Tabasco. Pero la 4T mantiene como discurso permanente la aplicación de la ley para evitar la impunidad y eso, es algo que debe generar buenas nuevas para el periodismo pos moderno.

Con la profesionalización de los medios y su paso por las universidades, la nueva generación de comunicólogos ha venido ofreciendo un periodista más humano y más comprometido con la sociedad y más alejado de los grupos de poder, como fueron sus orígenes.

Los sobrevivientes pues de esta nueva era, serán sin lugar a dudas los verdaderos periodistas.

¿Qué hay que hacer? ¿Cuál es la fórmula?

¡Hagamos periodismo! Así de simple.

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