Artesanos reviven tradiciones, flora y fauna de Tabasco

Los artesanos que recién recibieron un premio de manos del gobernador Carlos Merino enriquecen nuestro acervo cultural

Villahermosa, Tabasco. Desde la icónica cabeza olmeca, los instrumentos de danzas chontales hasta la belleza de la flora y fauna de Tabasco es los que plasman, sea en bordados, madera, cuero, jícara o hueso, los artesanos que recién recibieron un premio de manos del gobernador Carlos Merino, en diversas categorías del certamen estatal en el que año con año, enriquecen nuestro acervo cultural.

Laura Hernández López, es originaria de Cúlico, Cunduacán, y como heredera del bordado de lomillo, ilustró con iconografía, tanto parte de la cultura prehispánica Olmeca, como las tradiciones vivas de los pueblos.

“Mi vestido se llama: Tradición y cultura. Está plasmado en la cabeza olmeca. Sahumerios, máscaras de danzas, jícaras hechas labradas y los tulipanes que normalmente son lo tradicional”, explica.

Laura dice que, por este reconocimiento, ahora tiene más ánimo de continuar rescatando las tradiciones para que sean lucidas en blusas bordadas.

En tanto que René Ramón Rodríguez, con su destreza para el tejido de bejuco, consiguió darle vida a un lagarto, de una extensión de dos metros, con 30 centímetros, y a partir de este premio, dice, tiene más ánimo para hacer otros animales de nuestra fauna tabasqueña.

“Tengo muchos proyectos. Por ejemplo, quiero hacer un jaguar, un pavorreal, muchas cosas que se puedan mostrar con el bejuco que trabajo. Para mí todo esto es nuevo”, expresa con optimismo.

Don Feliciano Lázaro de la Cruz, es un artesano de Tucta, Nacajuca, con más de 35 años de trayectoria, y ahora tuvo la oportunidad de ganar su cuarto premio en labrado en madera. Es de los que mantiene viva la elaboración de la máscara de Baila Viejo de los chontales, pero revela que, para conseguir esta pieza, no sólo es cuestión de contar con cedro, sino corteza de jolicín, por la que tiene que ir hasta Cunduacán, para conseguirlo para hacer la cabellera.

Por su parte, Adrián Guzmán Valencia, originario de Centla, fue el acreedor del primer lugar en talabartería y peletería, como resultado de haber hecho una bolsa unisex, a partir de piel de borrego con aplicaciones de pie de sapo y de pescado.

“Le pusimos aplicaciones tanto de piel de sapo local, como piel de robalo. Bueno, entonces es un producto que toda persona lo puede, lo puede usar tanto mujer como caballero de buen tamaño. Entra todo cómodo, celulares, carteras”, detalla.

Este reconocimiento, asegura, fue para los talabarteros de Tabasco, porque esperaron 20 años de dificultades para poder retomar el curtido de pieles, desde que fue restringido el aprovechamiento del palo de mangle.

Y ello, lamentó, ocasionó que muchos de ellos abandonaran esta actividad.

José Hernández López, en un hueso de res labró un festejo tradicional de Tecoluta y tituló “La enrama de mi pueblo”. Esto sobre una base de madera de pimienta.

“Plasmamos lo que es, lo que está a nuestro alrededor, de nuestro pueblo, porque Tecoluta es, pues es rico en cultura. Se pueden plasmar cosas que ahí en Tecoluta se hace. Eso es lo que plasmé en mi obra, lo que es lo que se ganó el galardón. ¿Y pues qué me queda? Decirles a los compañeros artesanos que sigan con esa capacidad de hacer transformar piezas en obras de arte y seguir adelante”, exhorta don José.

(Con información del Poder Ejecutivo de Tabasco)

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