La ciencia como aliada de los agricultores en Quintana Roo

“Mi proyecto estudia un sistema de producción agroecológico mixto con el impacto de las abejas y la soberanía alimentaria”, dice estudiante

Chetumal, Quintana Roo. Marian Guadalupe Alcocer Interián es una estudiante del octavo semestre de la ingeniería en sistemas de producción agroecológicos en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (Uimqroo) que busca que la ciencia contribuya al bienestar de los agricultores.

Recientemente ganó un concurso organizado por su casa de estudios con un proyecto que incluye a apicultores del municipio José María Morelos.

“Mi proyecto estudia un sistema de producción agroecológico mixto con el impacto de las abejas y la soberanía alimentaria. Consistió básicamente en estudiar un sistema actual que existe en correlación con las abejas. Yo lo estudié para saber qué es lo que aporta para que los agricultores y meliponicultores tengan las bases para saber cómo formar un sistema agroecológico mixto”, explicó la joven.

La idea es que los productores, tomando en cuenta las fechas de floración, logren que todo el año las abejas cuenten con alimento suficiente para subsistir, promover una simbiosis de las abejas con las especies vegetales que se encuentran a su alrededor y que esas plantas le sirvan también al agricultor como cultivos para su venta, generando un beneficio económico.

“El sistema que estudié contempló 22 especies vegetativas; sin embargo, no todas tienen floración ni cosecha, algunas sólo aportaban biomasa, pero en sí el sistema puede ser sostenible tanto para el agricultor, como para las abejas y el medio ambiente. Un sistema agroecológico no depende de químicos y otras cosas para que pueda llevarse a cabo y de esta manera estamos contribuyendo al cuidado del medio ambiente y también tiene relación con la agenda 2030”, destacó Alcocer Interián.

Narró que cuando decidió estudiar una carrera científica tenía la duda de si habría más mujeres en su grupo, pero se llevó la sorpresa de que incluso son mayoría: “entre todas nos hemos apoyado y muchas de mi salón han sobresalido como mujeres indígenas con aportaciones en agroecología”. También ha tenido buena aceptación de parte de los productores de las comunidades. “Las personas de mi comunidad no me han rechazado por ser mujer y estar preguntando o haciendo cosas de campo”, señaló y dijo que las clases de lengua maya que ha recibido en la Uimqroo le han permitido comunicarse fácilmente con los apicultores. “Al final de cuenta la agroecología es una ciencia que deriva de los saberes tradicionales de la cultura maya”.

A sus 22 años Marian se autorreconoce como una mujer indígena que quiere aportar en beneficio de su comunidad. Seguirá perfeccionando su proyecto, al cual le faltan dos etapas más y planea estudiar una maestría enfocada al derecho medioambiental, para que a las comunidades indígenas no se les vulnere “porque al final es nuestro territorio y patrimonio”.

Instó a las niñas y jóvenes a que se animen a estudiar ciencias: “la ciencia no es tan difícil como la vemos en la escuela. Cuando somos niños o niñas nos imaginamos a un químico en su laboratorio haciendo experimentos, pero la ciencia no es sólo eso, es muy importante para todos y podemos aplicarla en nuestra vida”.

(Con información de La Jornada Maya)

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