Crece brecha entre créditos y costo de vivienda popular

Aún se tiene una baja muy importante en el número de derechohabientes con puntuación necesaria para acceder a un crédito

Chetumal, Quintana Roo. La brecha entre el costo de las viviendas y los créditos que se están entregando a la clase trabajadora es cada vez más amplia, lo que ha reducido la colocación de las mismas, indicó Ari Adler, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Quintana Roo.

De momento, dijo, siguen en espera del nuevo esquema de asignación por parte del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), porque aún se tiene una baja muy importante en el número de derechohabientes con puntuación necesaria para acceder a un crédito, cuando existe una necesidad de hasta 80 mil viviendas.

“Aunado a ello tenemos una inflación muy grande en costos, vivienda, mano de obra, materiales, impuestos, derechos y cada vez se va elevando más el precio mínimo en el que se puede vender una vivienda, con el precio al que los derechohabientes pueden comprarla, pero seguimos trabajando en nuevas oportunidades para encontrar la manera de acercar la vivienda”, aseguró.

El año pasado se colocaron alrededor de 12 mil viviendas en Cancún y para este año esa cifra podría caer hasta un 20 a 30 por ciento, una situación delicada, pero hay confianza de que el sector pueda retomar los crecimientos que se han tenido con el paso del tiempo.

Desde el año pasado, relató, la inflación ha impactado en los costos de construcción hasta en un 20 por ciento y actualmente subió ya 20 por ciento más, mientras que los créditos se mantienen en niveles muy bajos.

“Por eso cada vez se vuelve más complicado y al ritmo que vamos pronto sólo habrá viviendas de 600 a 700 mil pesos para arriba y los derechohabientes que más lo necesitan van a estar cada vez más lejos de acceder a una vivienda”, lamentó.

La vivienda económica, aclaró, sí existe, todavía existe un inventario, pero no hay trabajadores con la puntuación necesaria, porque es en ese sector donde más derechohabientes perdieron el acceso con el cambio en los algoritmos, con lo que se perdieron casi dos terceras partes del universo de derechohabientes.

“Cuando se dio el cambio al nuevo sistema T1000, mucha gente se quedó fuera y es entendible, el Infonavit tenía que controlar sus riesgos crediticios, pero creo que la aplicación de ese nuevo sistema no consideró las circunstancias particulares del estado. Lo hicieron cuando éramos el estado más golpeado por la pandemia, pero ahora somos uno de los que más rápido se está recuperando”, apuntó.

Es decir, por una parte están los costos, cada vez hay vivienda más cara, por otra parte cada vez son menos los trabajadores que tienen los puntos necesarios para acceder a los créditos y estos en muchas ocasiones no son suficientes para la adquisición de una vivienda.

Por ello la brecha entre la gente con crédito y el precio mínimo de vivienda, cada vez se va haciendo más amplia. “Hay una necesidad de un derecho humano, que es la vivienda adecuada, y aunque entendemos muy bien los motivos del Infonavit para ser más exigentes, están dejando cada vez más gente fuera”, reveló.

(Con informacion de La Jornada Maya)

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