La relación entre tiempo y política es inseparable

En los testimonios se expresó el sentir colectivo y las narrativas sociales sobre el futuro y la esperanza

Un grupo de universitarias, encabezadas por Guadalupe Valencia García, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, realizaron un análisis de mensajes recibidos en la denominada “Casa de Transición” del entonces presidente electo en 2018.

En los testimonios, indicó la especialista en sociología del tiempo, se expresó el sentir colectivo y las narrativas sociales sobre el futuro y la esperanza; con esto “se analiza la relación entre tiempo y política que es inseparable”.

La experiencia se torna significativa cuando es relatada, destacó, y la memoria individual y colectiva descansa en las palabras; por ello, “las guerras contra el futuro siempre son narrativas”.

Y añadió: “En 2018 hubo un cambio de ritmo que instauró una nueva temporalidad; es un presente que se actualiza, porque en México el tiempo estaba cerrado, congelado, y entonces se dio lo que Javier Esteinou consideró como ‘una revolución pacífica’”.

En el Auditorio Pablo González Casanova de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), y ante Mónica Guitián Galán, titular del Seminario Universitario de Estudios sobre el Tiempo Social (SUETIS), instancia a la cual también pertenece, Guadalupe Valencia explicó que para emprender el análisis de testimonios en los que se expresó el sentir colectivo de aquel 1 de julio de 2018, pudieron acceder al archivo que resguardan los documentos de la “Casa de Transición”, o bunker como se le conocía, del entonces presidente electo, entre los meses de julio y diciembre de ese año.

Observaciones
Calculamos, relató, alrededor de 27,500 mensajes recibidos en dicho inmueble, resguardados en 42 archivos. “Elegimos al azar 13 cajas, cuyo contenido fue revisado en su totalidad, y muy pronto nos llevó a descubrir el punto de saturación teórica, –un criterio utilizado en investigación cualitativa–, que nos decía que no tenía caso abrir más porque llegamos a éste, por lo que cerramos la revisión en 589 documentos”.

Se seleccionaron los que tenían una referencia a un futuro esperanzado, con cierta densidad narrativa sobre un acontecimiento de este tipo. “Nos encontramos con solicitudes de empleos, historias curriculares, asuntos jurídicos, penales, cartas, canciones, corridos, dibujos, peticiones a nombre de colectivos, y con la constante de la frase “somos millones”, precisó.

“Buscamos formas de decir el tiempo, metáforas, alocuciones a los modos del pasado, presente, futuro; esa fue nuestra clave de ordenamiento, y aquellas afecciones en las cuales el porvenir había sido puesto como esperanza, es decir, aspiraciones, expectativas, anhelos, sueños, desplegados en las cartas”, agregó.

La excoordinadora de Humanidades de la UNAM dejó claro que nunca se sustrajo papel alguno y que la labor fue in situ, ya que no se trata de una revisión del sexenio, sino de las narrativas en un momento específico de la historia del país. Tampoco se quería hacer una fotografía, sino una “pequeña película”.

Algunos hallazgos
Los remitentes, señaló la también integrante del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, firmaron de manera personal o colectiva, a mano, a máquina; en ocasiones impecables, otras con faltas de ortografía. En los documentos apremiaban ayudas o apoyos, y felicitaciones.

Había muestras de alegría y de esperanza, solicitaban empleo en el gobierno que estaba por iniciar, mayoritariamente provenían de Ciudad de México y del Estado de México; pero sí había de todos los estados, lo mismo mujeres, que hombres, niños, jóvenes profesionistas, estudiantes, personas de la tercera edad, reclusos, y entre los que firmaban colectivamente estaban sindicatos, pueblos indígenas, campesinos y ejidatarios.

“Hay un antes y después de 2018 en la narrativa, una especie de horizonte doble que consta de lo que se recuerda del pasado, y lo que se espera del futuro; porque se consideró la esperanza como una perspectiva de un presente volcado hacia el porvenir; esa es la metáfora más expresiva de dicho año”, analizó.

La mayoría de los mensajes revisados, afirmó Valencia García, coincidía en que la gobernabilidad de México había entrado en una nueva etapa, y que el triunfo en ese momento podía leerse como un acontecimiento que cambiaría el rumbo de la historia en la democracia mexicana.

“Ese primero de julio resultó particularmente sugerente no sólo por la enorme politicidad del acontecimiento, sino por la gran cantidad de narrativas temporales que emanaron. Fue un significante que permitió concatenar, tipificar diversas demandas y solicitudes, esperas, promesas y esperanzas”, delineó.

El resultado de la investigación expuesta por Guadalupe Valencia será recogido en una próxima publicación.

(Con información de Gaceta UNAM)

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