Alcaldes disruptivos piden “pan”… y los gasean
Habría sido mejor decir simplemente, “repruebo el uso de gas contra los presidentes municipales que se manifestaron ayer”
La “represión” con gases lacrimógenos a los “agresivos” alcaldes panistas fue justificada por el “pacifista” titular del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, diciendo que los presidentes municipales que se manifestaron representaban un riesgo y podrían haber pasado hechos más graves.
Cabe recordar que en el caso de Culiacán se utilizó un argumento similar, pues al considerar que podrían haber ocurrido cientos de muertes, se canceló el operativo para la aprehensión de Ovidio Guzmán y se le dejó libre.
A nivel discursivo, el presidente tiene un desempeño destacado, así en el nivel de los hechos, una calificación de 9.4- y 4.9 respectivamente, pero en casos contradictorios, su speech se vuelva más retórico que otra cosa.
En lugar de responder a la pregunta concreta del reportero intenta justificar la decisión errónea y usa expresiones suigéneris o hace una referencia a sí mismo como ejemplo de lo que debe ser, alejándose de la realidad y mostrando un preocupante “amlocentrismo”.
“Yo soy pacifista y luché durante muchos años por la vía pacífica”, aseguró López Obrador en su conferencia matutina.
La intención no fue reprimir dijo, tal vez no, pero fue lo que hicieron. Puede cambiar de palabras como usar gas disuasivo en lugar de gas lacrimógeno o que los funcionarios municipales panistas no se portaron bien o que querían meterse por la fuerza…
Puede el mandatario federal sentirlo mucho o disculpase por la actuación de los cuerpos de seguridad del palacio de gobierno.
Peor aún ha sido la salida de que si quieren más presupuesto, que ahorren. Por si fuera poco, consideró que la demanda de mayores recursos para sus ciudadanos, fue una provocación de los presidentes municipales del PAN.
No se trata de defender a los gobiernos panistas o de cualquier otro partido, pues en los últimos 18 años, al menos, han demostrado que son pésimos para administrar y muy buenos para sacar provecho personal y familiar.
Cuando algo encaja en sus ideas, en sus planes, el presidente toma al toro por los cuernos, aunque no sea de su incumbencia, pero cuando algo le hace ruido, los remite a terceros como en este caso, que los mandó al congreso a solicitar que no se recorte el presupuesto.
Era más fácil y correcto haber dicho simplemente, “repruebo el uso de gas contra los presidentes municipales que se manifestaron ayer”.
