Ni el presidente frenará inundaciones en Tabasco
Para el que no lo sepa, vivir en El Edén tiene un costo: convivir con las inundaciones, los intensos calores y los mosquitos
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que visitará las presas del Alto Grijalva la próxima semana (en particular Peñitas), y aseguró que tomará decisiones para que nunca más se inunde la planicie tabasqueña. Con todo respeto señor presidente, a pesar de su inmenso poder, esa promesa no la podrá cumplir a menos que cambie nuestra condición de trópico húmedo, decisión que le corresponde tomar exclusivamente al Supremo Creador.
PRESOS. Aquí nos tocó vivir, convivir y sobrevivir. Los tabasqueños vivimos en el estado con la red hidrológica más compleja del país, dónde se registran las mayores precipitaciones; dónde el sol más alumbra y dónde la naturaleza grita plena de vida. Pero vivir en El Edén tiene un costo: convivir con las inundaciones, los intensos calores y los mosquitos. Si nuestros antepasados sobrevivieron a estas difíciles condiciones con menos recursos, nosotros, nuestros hijos y nietos, debemos mejorar nuestra convivencia con la naturaleza.
De conformidad con estudios realizados por diversas autoridades en la materia, ninguna presa del Alto Grijalva podrá defendernos de las lluvias extraordinarias que caen sobre el territorio tabasqueño. Lo que sí podemos hacer es aclimatarnos a nuestras condiciones de trópico húmedo, ubicarnos en zonas altas y construir las obras que ayuden a mitigar los daños sociales, ambientales y económicos.
Según datos de la Conagua, en la zona de las presas La Angostura (la más grande del país) y Chicoasén (con la cortina más alta) llueve entre mil 200 y mil 700 mm anuales, y en las presas más cercanas a Tabasco, Malpaso y Peñitas, sobre todo en ésta última que se ubica en el municipio de Ostuacán, Chiapas, la precipitación alcanza hasta 4 mil mm. Peñitas no tiene capacidad para almacenar tanta agua y no puede dejar de desfogar sin riesgo de que colapse. Es la última y la más pequeña para aprovechar las aguas y generar energía eléctrica, pero esto último a pasado a segundo término por seguridad de la cuenca baja y control de las inundaciones de la planicie tabasqueña.
Especialistas han llegado a la conclusión de que históricamente la planicie tabasqueña ha padecido grandes inundaciones y las seguirá padeciendo. Consideran que la vulnerabilidad de la población estriba en la falta de ordenamiento territorial, la deforestación de la parte alta de las cuencas y un falso concepto de seguridad asociado con la construcción de las grandes presas en el río Grijalva.
Aseguran que el cambio climático tendrá dos impactos importantes: el ascenso del nivel del mar y la variación del régimen de lluvias. En uno de los escenarios para el año 2050, el ascenso del nivel medio del mar puede ser de hasta 1.5 metros, lo que provocaría que entrara el agua al continente (a Tabasco específicamente), hasta 40 km, ubicándose la nueva descarga de la cuenca cerca de Villahermosa y la desembocadura del canal Samaria- Oxiacaque.
Recomiendan adecuar de inmediato las políticas del manejo del agua para que se recuperen en el corto plazo los niveles normales de los ríos después de una creciente, a fin de que el sistema de ríos, zonas de regulación y bordos tengan capacidad de recibir nuevas creciente. En este sentido, la adecuada operación del sistema de presas del Alto Grijalva sería la base para la seguridad de la planicie tabasqueña, pero habría que actualizar las políticas de su operación con base en estudios de incremento de las inundaciones.
Además, se requiere un nuevo modelo para análisis de las zonas de riesgo a inundaciones que verifique el efecto combinado del tirante de agua y la velocidad de creciente, sería la herramienta para el ordenamiento y reordenamiento territorial y el uso del suelo en la entidad.
No podemos cambiar el clima señor presidente, pero si podemos, con su ayuda, iniciar en Tabasco un Gran Plan de Mitigación de los daños provocados por las contingencias meteorológicas para que los tabasqueños podamos mejorar nuestra convivencia con el agua el mayor tiempo posible.
Pordiositosanto.
