La mafia del poder, el real contrapeso para AMLO

Hay tres sectores y hasta cuatro que están orquestando la reacción contra toda acción emprendida desde el Poder Ejecutivo

A diferencia de los primeros días, incluso hasta el mes pasado, el presidente López Obrador parecía fuerte y vigoroso en las mañaneras, cosa que se ha ido perdiendo en los últimos días, donde luce, no sólo cansado, sino desencajado.

No se ve enfermo, más bien, se aprecia la impotencia de no poder avanzar más aprisa, de los obstáculos que día tras día y hora tras hora, la oposición le va colocando a su paso. Y no me refiero por supuesto a los partidos políticos ni a sus representantes que dan pena.

Por supuesto, tampoco me parece que la comentocracia sea por sí misma un rival que le quite el sueño, junto con los otrora todopoderosos medios de comunicación tradicionales: prensa, radio y televisión.

El asunto, creo, va por otro lado. Se dicho hasta el cansancio que el ejercicio del poder requiere de contrapesos para evitar una corrupción absoluta (principio que, por otra parte, nunca aplicaron con los gobiernos previos). Entonces ¿cuáles son los contrapesos actuales?

Yo diría que la casi sepultada en el olvido “mafia del poder” es la que está ejerciendo esa función y de una muy mala manera, poniendo en riesgo el desarrollo del país.

En al ámbito interno, yo ubicaría al Poder Judicial, los macro empresarios y la delincuencia organizada.

En el primer caso, los tribunales pretenden continuar como facilitadores de los otros grupos, liberando delincuentes, generando amparos o no bajándose los sueldos, es decir, que sigan la corrupción y la impunidad como estaban antes.

En el segundo, presionando para obtener favores, contratos, utilizando argucias legales, etcétera. Y en el tercer caso, generando una mayor violencia: crímenes, asaltos, robos, secuestros, tráfico de drogas, trata de personas, y demás, sabiendo que cuentan con sus “amigos” en los tribunales.

Hay otro factor, externo esta vez: los intereses detrás del presidente de Estados Unidos, cuya reacción se aprecia en las evaluaciones de las calificadoras y en las descalificaciones del presidente Donald Trump, que intenta evitar el impeachment en su contra y lanzarse como candidato para un nuevo periodo presidencial.

La guerra interna y externa presentada por tales “contrapesos” mantienen al país en vilo. El equipo cercano de López Obrador ha sido el primero en flaquear, muestra signos de debilidad o, tal vez, algunos sólo estaban esperando el momento que ellos creen oportuno, para saltar en contra de su jefe.

Esperemos que el presidente de México cumpla y no se canse el ganso o México sufrirá una recaída peor a la que se tuvo con el regreso del PRI al Poder Ejecutivo o con la falsa alternativa que fue la derecha panista durante doce años.

Advertidos están, el único soporte firme hasta ahora del presidente son los ciudadanos. Si pierde este apoyo, nada detendrá la debacle. La lucha es titánica pero vale la pena.