Como Bush, Trump utiliza el recurso de la guerra
Seré breve.
Haciendo un corte en la historia (útil solo para este análisis), Siria se encontraba en medio de una guerra civil (gobierno contra opositores) cuan el Estado islámico llegó como tercero en discordia y tomó una parte del territorio.
Ante este peligro, Ankara, París, Londres, Washington y Moscú se coaligaron para enfrentar la amenaza terrorista del EI.
El gobierno sirio, apoyado por Rusia, aprovechó la ofensiva antiterrorista para atacar objetivos rebeldes, situación que obviamente no fue bien vista por la coalición occidental.
Tras la derrota y retroceso del EI en varios puntos del territorio sirio, ahora Estados Unidos lanza un ataque cobarde contra centros militares del gobierno, en claro apoyo a las fuerzas rebeldes, cuando se supone que libran una lucha conjunta contra el EI.
El pretexto: un ataque con gas “similar” al sarín contra la población siria, que Estados Unidos atribuyó al gobierno de Bashar al-Assad. Y que Rusia pidió se investigará antes de señalar a un culpable.
La orden emitida por el presidente Dolnald Trump, avalada por el Congreso de EU, de lanzar los misiles contra Siria tiene más que ver con la caída en la popularidad del presidente estadounidense que con una postura justiciera.
Que quede claro: de ninguna manera se puede justificar al gobierno dictatorial de Siria, pero tampoco se puede avalar la agresión de EU, como hacen tácita o explícitamente, la mayoría de los medios de comunicación, al menos de este lado del planeta.
