Utiliza Trump atentado en NY para fomentar xenofobia

Nueva York. El presidente Donald Trump politizó de inmediato el atentado en Nueva York para promover medidas antimigrantes y antimusulmanas y culpó a los demócratas por las fallas en el sistema de control migratorio que permitieron el ingreso del atacante, mientras que las autoridades presentaron cargos contra el responsable del ataque “terrorista, afirmando que actuó a nombre -aunque no bajo órdenes- del Estado Islámico.

Como todos anticipaban, Trump no esperó 24 ni horas para emplear la tragedia para promover más medidas antinmigrantes llamando al Congreso a anular un programa de “visas de diversidad” y proceder con acabar con las visas para familiares, calificó al sistema de justicia criminal para este tipo de casos como “una broma” y amenazó con enviar a “este animal” al centro de detención militar en Guantánamo (nadie arrestado en Estados Unidos ha sido enviado ahí, y no ha recibido nuevos reos desde 2008).

Trump declaró; “hoy estoy empezando el proceso de poner fin al programa de lotería de diversidad” en referencia a un programa establecido en 1990 que otorga anualmente unas 50 mil visas de residencia permanente a inmigrantes proveniente s de países con mínima migración a Estados Unidos. El acusado ingresó a Estados Unidos en 2010 bajo ese programa. Más aún, denunció lo que llamó “migración en cadena”, en referencia al proceso por el cual inmigrantes solicitan el ingreso legal de sus familiares aquí.

Más aún, culpo a los demócratas, y personalmente al senador Chuck Schumer, líder de la bancada demócrata en el Senado, del atentado por haber apoyado el programa de visas de diversidad hace casi tres décadas. En un tuit escribió que “el terrorista entró a nuestro país a través de lo que se llama ‘Programa de Lotería de Visas de Diversidad’, una belleza de Chuck Schumer”. Esa ley se aprobó de manera bipartidista y fue promulgada en ley por un presidente republicano, George Bush padre.

No se detuvo ahí, con otro tuit, citó a un entrevistado en su programa favorito de “Fox & Friends” de Fox News acusando que “Schumer está ayudando a importar los problemas de Europa”.

Poco después, Schumer respondió desde el pleno del Senado recordando que después del 11-S, el entonces presidente George W. Bush lo convocó a él y a la entonces senadora por Nueva York, Hillary Clinton, como muestra de unidad nacional, y preguntó: “Presidente Trump, ¿dónde está su liderazgo?”. Varios demócratas señalaron que Trump decidió politizar esto a menos de 24 horas de la tragedia, en lugar de buscar consolar a las víctimas y llamar por la unidad nacional.

Por otro lado, Trump comentó que promovería medidas para endurecer la persecución penal de “terroristas”, afirmando que “necesitamos justicia rápida, y necesitamos justicia fuerte, mucho más rápida y más fuerte de la que tenemos ahora, porque lo que tenemos ahora es de chiste….”. No ofreció detalles.

La vocera de la Casa Blanca Sarah Sanders declaró que el gobierno de Trump califica al atacante Saipov como un “combatiente enemigo”. Esto después de que varios legisladores republicanos llamaron a que el acusado no goce de las protecciones legales bajo la Constitución y que sea enviado a Guantánamo. El senador Lindsey Graham, uno de estos, declaró que lo bueno de Trump es que “entiende que estamos en una guerra religiosa… estamos combatiendo a gente que son impulsados por sus opiniones religiosas a matarnos a todos”.

Defensores de libertades civiles y defensores de inmigrantes denunciaron las declaraciones de Trump, afirmando que solo promueve mayor división y temor después de la tragedia. Farhana Khera, directora ejecutiva de Muslim Advocates, organización nacional musulmana dedicada a la defensa de los derechos civiles, condenó la retórica de guerras religiosas y medidas antimigrantes, afirmando que Trump “ha buscado dividir a los estadunidenses, promover políticas de intolerancia, demonizar a inmigrantes y musulmanes y erosionar nuestro sistema de justicia”. Indicó que la violencia no es propiedad de una sola fe o ideología, afirmando que el responsable de este atentado “representa a musulmanes al mismo grado que el Ku Klux Klan representa a los cristianos”.

Tanto el gobernador del estado de Nueva York Andrew Cuomo y el alcalde de la ciudad Bill de Blasio expresaron que las declaraciones de Trump “no ayudaban” en estos momentos, ya que era hora de solidaridad y unidad ante el ataque.

La escena del crimen

Las autoridades federales oficialmente acusaron hoy a Sayfullo Saipov de llevar a cabo un atentado a nombre del Estado Islámico (EI).

En la acusación presentadas ante un tribunal civil -aparentemente ignorando las amenazas de Trump de llevar al acusado a Guantánamo para enfrentar un proceso judicial militar- se detalla cómo Saipov se inspiró por videos del EI que criticaban las matanzas de musulmanes en Irak.

Saipov fue acusado de atropellar a 19 personas, matando a ocho e hiriendo a 12 en un carril para bicicletas a lado del río Hudson. Identificaron al acusado como un residente permanente legal quien inmigró de Uzbekistán en 2010. Según detalla a acusación formal, el atentando había sido planeado desde hace un año, Saipov decidió emplear una camioneta hace un par de meses y seleccionó la fecha de Halloween porque pensaba que habría más gente en las calles.

Poco después de las 15 horas locales del lunes Saipov manejó su camioneta rentada en Nueva Jersey por West Street -la gran avenida al lado de río- sobre la cual procedió hacia el sur, ingresando al carril exclusivo para bicicletas paralelo a West Street poco después de la calle Houston, donde aceleró atropellando a propósito a varios peatones y ciclistas hasta estrellarse contra un autobús escolar y ahí brinco de su vehículo gritando “Dios es grande” en árabe. Ahí fue herido de bala por un policía y detenido y hoy permanece bajo custodia en un hospital municipal.

Seis personas fallecieron en el sitio de la tragedia y dos más en hospitales. Entre los muertos hay cinco argentinos que viajaron juntos a Nueva York y, aparte, una ciudadana belga, Dos estadunidenses -uno de esta ciudad y otro de Nueva Jersey- también murieron. De los 12 heridos, nueve siguen hospitalizados esta noche, algunos en condición crítica pero estable.

Saipov aparentemente dejó escritos en árabe en o cerca de su camioneta donde juraba su lealtad al EI, según la policía de Nueva York, pero aún no ha detectado una relación directa entre él y la organización. “Lo hizo a nombre de ISIS. Parece haber seguido de manera casi exacta las instrucciones que ISIS ha difundido anteriormente en sus canales de medios sociales…. sobre como llevar a cabo un atentado de este tipo”, declaró John Miller, subcomisionado de policía de Nueva York para asuntos de inteligencia y anti-terrorismo, a los medios.

Aunque las autoridades han podido hablar con Saipov, no han divulgado que ha dicho éste. Mientras tanto, las autoridades siguen rastreando sus movimientos recientes y entrevistando a quienes lo habían conocido. Hasta ahora han descubierto que vivió en Ohio, Florida y Nueva Jersey, trabajó como taxista de Uber sin incidentes, y nunca había estado bajo investigación por las autoridades federales o locales.

Algunas fuentes oficiales indican que Saipov sí tenia contacto con otros bajo sospecha de actividades “terroristas”, reportaron varios medios. Sin embargo, el gobernador Cuomo comentó esta mañana a CNN que las autoridades siguen considerando al acusado como un “lobo solitario” que fue “radicalizado domésticamente” en este país. “No tenemos evidencia aún de asociaciones o un complot en curso o complots asociados, y nuestra única evidencia hasta la fecha es de que este fue un incidente aislado que él mismo realizó”.

Pero esta tarde, las autoridades informaron que el FBI ahora está buscando a un segundo hombre también de Uzbekistán para interrogarlo sobre el ataque del lunes.

El EI no ha tomado crédito por el atentado.

Esta noche, unos 20 líderes religiosos -musulmanes, protestantes, católicos, judíos, budistas- realizaron una vigilia en Foley Square, a unas cuantas cuadras de la escena del crimen en el sur de la isla de Manhattan llamado por la solidaridad. “Dios no puede creer lo que la gente hace a su nombre… Nuestro Dios no cree en la violencia, sino en el amor revolucionario”, declaró una reverenda afroestadunidense. A su alrededor había pancartas de “ama a tu vecino” y “Shalom, Salaam”.

(Con información de La Jornada)

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