Rusia toma muy en cuenta las capacidades nucleares de la OTAN

El presidente Vladimir Putin afirmó que la Federación Rusa se enfrenta a una amenaza grave por parte de países de occidente

Tallin, Estonia. El presidente Vladimir Putin afirmó que Rusia no tiene más remedio que tener en cuenta las “capacidades nucleares” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), mientras que esta aliaza siga deseando la derrota de Moscú.

Como ha hecho en repetidas ocasiones desde que sus fuerzas invadieron Ucrania, Putin afirmó que la Federación Rusa se enfrenta a una amenaza existencial porque, en su opinión, los miembros de la OTAN buscan la “derrota estratégica” del país.

“Cuando todos los países líderes de la OTAN han declarado que su principal objetivo es infligirnos una derrota estratégica… ¿Cómo podemos ignorar sus capacidades nucleares en estas condiciones?”, indicó Putin en una entrevista con el canal Rossiya-1, difundida dos días después del primer aniversario del inicio de la invasión de Ucrania.

El principal objetivo de Putin al invadir Ucrania hace un año era reducir lo que él percibía como amenazas a la seguridad de Rusia y en ocasiones lo ha utilizado como justificación para amenazar con utilizar armas nucleares en el conflicto.

El mandatario acusó también a la alianza atlámtica de participar directamente en el conflicto al entregar armas a Kiev, y calificó el enfrentamiento con Occidente como una “batalla existencial por la supervivencia del pueblo ruso”.

“Están enviando a Ucrania decenas de miles de millones de dólares. Esto realmente es participación”, señaló el líder del Kremlin, quien consideró que los países occidentales tienen “un solo objetivo: disolver la antigua Unión Soviética y su parte principal, la Federación Rusa”.

“Ni siquiera sé si un grupo étnico como el pueblo ruso podrá sobrevivir en la forma en que existe hoy”, afirmó Putin, al asegurar que los planes de Occidente se habían plasmado en papel, aunque no especificó dónde.

Indicó que la suspensión del New START se debía a la necesidad de “garantizar la seguridad, la estabilidad estratégica” de Rusia.

Putin anunció el martes pasado la suspensión de la participación de Rusia en el tratado de 2010, al afirmar que su país no puede aceptar inspecciones estadunidenses de sus instalaciones nucleares en virtud del pacto mientras Washington y sus aliados de la OTAN buscan la derrota rusa en Ucrania.

El mandatario recalcó que Moscú no se retiraba del pacto por completo, y el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso aseguró que el país respetaría los límites que impone el tratado sobre armas nucleares y seguiría notificando a Estados Unidos los lanzamientos de prueba de misiles balísticos.

Putin declaró que aunque los países de la OTAN no son parte del tratado, se convirtieron en parte de las “discusiones sobre el tema”, a lo que Moscú no se opone, especialmente porque no puede ignorar las capacidades nucleares de la alianza militar, como Reino Unido o Francia.

Reiteró su llamamiento a alcanzar un mundo multipolar y afirmó que no tenía “ninguna duda” de que finalmente ocurriría.

“Ahora que los intentos (de Estados Unidos) de reconfigurar el mundo a su semejanza tras la caída de la Unión Soviética condujeron a esta situación, estamos obligados a reaccionar”, aseguró.

El ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, refirió que el avance de las tropas rusas en territorio ucranio depende del tipo de armamento que suministren Estados Unidos y sus aliados a Kiev.

En contrapartida, el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, prometió que su país recuperará Crimea, anexada por Moscú en 2014, al tiempo que informó destituyó al comandante del Donbás, el general Eduard Moskoliav.

“Hace nueve años, la agresión rusa empezó en Crimea. Al recuperar Crimea restauraremos la paz. Es nuestra tierra y nuestro pueblo, nuestra historia”, declaró Zelensky en Telegram.

El Departamento de Estado estadunidense señaló que “no reconoce y no reconocerá nunca la supuesta anexión rusa de la península”.

En una entrevista publicada ayer en los diarios del grupo de prensa regional alemán Funke, el número dos de la inteligencia militar ucrania, Vadym Skibitsky, afirmó que Kiev preparaba una nueva contraofensiva para la primavera.

“Uno de nuestros objetivos militares estratégicos es intentar abrir una brecha en el frente ruso en el sur”, hacia Crimea, detalló.

En tanto, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, reiteró que el presidente Joe Biden excluye actualmente la necesidad de suministrar aviones de combate F-16 a Ucrania.

También en el plano diplomático, Irán, respaldó la propuesta de China para lacanzar la paz entre Rusia y Urania. «Los elementos reflejados en el documento (presentado por Pekín) son suficientes para iniciar negociaciones para un marco mutuamente acordado para poner fin a las actividades militares en Ucrania», señaló la cancillería.

Subrayó que hay que «poner fin a las medidas unilaterales», al hacer hincapié en que «tiene absoluta preferencia por el diálogo y la diplomacia en la resolución de disputas entre estados», y llamó a «restablecer la situación de conformidad con los principios de la Carta de Naciones Unidas».

La república islámica está sometida a una serie de sanciones y una creciente presión por su programa nuclear, que asegura tiene fines pacíficos lo que rechaza Estados Unidos.

Zelensky destituyó a Eduard Moskaliov como comandante de la llamada “operación de fuerzas combinadas en Donbás”, informó Russia Today. Moskaliov fue nombrado comandante el 15 de marzo del año pasado, en sustitución de Aleksander Pavliuk. Las autoridades ucranianas no especificaron la causa de su destitución en el comunicado.

En el campo de batalla, las baterías antiaéreas de Rusia derribaron un helicóptero de guerra y siete drones ucranios en las últimas 24 horas, informó el Ministerio de Defensa ruso.

Mientras tanto, el ejército de Ucrania rechazó las afirmaciones del grupo mercenario ruso Wagner de que había capturado Yahidne, un pueblo en las afueras del norte de Bakhmut, y afirmó que se estaban produciendo intensos combates en toda la línea del frente.

Unos 2 mil 500 activistas protestaron cerca de la base aérea estadunidense de Ramstein en Alemania, cuyo cierre exigieron así como el fin del apoyo bélico a Ucrania, en tanto miles de personas marcharon en París contra el envío de armas a Kiev y a favor de la paz.

En este contexto, comenzó en el océano Índico la fase activa de los ejercicios navales Mosi II, en los que participan Rusia, China y Sudáfrica, señaló el Departamento de Defensa del país africano.

(Con información de La Jornada)

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