Malas noticias: más sequías, incendios y huracanes

Mientras mayor sea el calentamiento, mayor será el daño al planeta y más difícil será restaurar algunas regiones

Siempre hay huracanes, temporadas de estiaje, sequías e incendios; sin embargo, este tipo de fenómenos cada vez son y serán más frecuentes y/o más severos por el Cambio Climático Global, comenta Jorge Zavala Hidalgo, investigador de la UNAM.

Por ejemplo: antes, en cien años, en una determinada región, ocurrían en promedio 10 incendios catastróficos, y ahora, en un lapso similar, ocurrirán más, es decir con una mayor frecuencia. Las afectaciones también podrán alcanzar mayores extensiones.

Además, el aumento de temperatura en el planeta, de 1.1 grados centígrados, causa sequías y propicia incendios forestales más severos en regiones que no estaban acostumbradas a esos eventos, como los ocurridos en Siberia en 2019.

Al calentarse el planeta no lo hace de manera homogénea, porque las diferentes temperaturas en distintas regiones causan diferencias de presión atmosférica y éstas modifican los patrones de viento o de circulación oceánica, generando eventos (huracanes, ondas de calor, sequías e incendios) que antes no ocurrían o eran muy poco frecuentes en ciertas regiones, aclara Zavala Hidalgo, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA)

Si la temperatura del planeta aumenta a 1.5 o incluso a 2 grados centígrados en promedio, ocurrirán alteraciones a los climas locales en distintas regiones, asegura Zavala Hidalgo, doctor en oceanografía física.

Hay zonas o países que son o van a ser más afectados que otras y con mayor severidad, porque el clima ha cambiado de manera diferente en cada región.

Cambio climático, a mayor velocidad

El calentamiento global no sólo derrite el hielo y reduce el albedo (reflexión de la radiación solar) en regiones del Polo Norte. En el Ártico ocurre un proceso de retroalimentación. Al disminuir la cobertura de hielo, esta región absorbe más energía solar y por tanto, hay un mayor calentamiento que “a su vez va acelera el derretimiento del Polo”.

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) reporta fenómenos llamados tipping points para referirse a valores umbrales que alcanzan algunas regiones del planeta y que causan cambios bruscos como el deshielo en el Polo Norte.

Zavala Hidalgo señala que otro tipping points es el deshielo del permafrost o suelo congelado que hay en los glaciares o en las regiones muy frías como los polos.

Por el calentamiento, no sólo se pierde la cubierta de nieve de la superficie sino también el suelo congelado que guarda gran cantidad de metano. Al descongelarse o perderse, libera este gas de efecto invernadero que va a provocar mayor calentamiento global.

Además, cada año consumimos más combustibles fósiles, quemamos más gasolinas que el año anterior y emitimos más gases de efecto invernadero, entre ellos metano. Por lo que, en vez de disminuir el cambio climático global, continúa incrementándose a mayor velocidad.

Vulnerabilidad por estrés hídrico

En cada región, los ecosistemas se han adaptado a rangos de temperatura, de variación estacional y de precipitaciones, así como a valores de evaporación y a vientos de determinada intensidad. Lo ideal es que las diversas regiones se mantengan en esos rangos que determinan el clima local.

Sin embargo, por el cambio climático, hay ecosistemas, bosques por ejemplo, que padecen estrés térmico o estrés hídrico por cambios en los patrones de precipitación o de la evaporación.

Eso afecta la salud de los ecosistemas, porque en poco tiempo no se pueden dar procesos de adaptación y el estrés hídrico los hace más vulnerables a los incendios y a la pérdida de especies.

No es lo mismo la quema de un pastizal que de un bosque. Y no todos los bosques son igualmente vulnerables. Hay flora adaptada al fuego. Los incendios forman parte de su ciclo de vida. Pero hay especies arbóreas que no tienen esa capacidad o adaptabilidad.

En México la temperatura está aumentando por arriba del nivel promedio global. Su incremento no es de 1.1 grado centígrados sino aproximadamente de 2 grados centígrados en la parte continental.

Durante la época de estiaje, ese aumento de temperatura marchita sus bosques, al provocar mayor evaporación y pérdida de humedad del suelo, lo cual favorece el desarrollo y propagación de incendios forestales.

La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) monitorea determinadas zonas para detectar incendios y organizar brigadas para combatirlos. Realiza además campañas educativas entre la población.

Prioritario, detener emisiones

Para Zavala Hidalgo lo importante a mediano plazo es conservar sanos los ecosistemas y tomar medidas preventivas para disminuir el riesgo de incendios y en caso de que ocurran, realizar acciones para controlarlos.
O como en Australia y California en donde lo más que se puede hacer es contenerlos y esperar a que mejoren las condiciones meteorológicas.

En el mundo y en México en particular, las condiciones que propician los incendios no van a cambiar en el corto plazo. Por el contrario, van a empeorar. Para eventualmente revertirlas, desde ahora, hay que empezar a detener las emisiones de efecto invernadero, principalmente de dióxido de carbono

Ya hay mucho daño a la Tierra. Mientras mayor sea el incremento de la temperatura, mayor será el daño al planeta y más difícil será restaurar algunas regiones.

Por eso es importante entender cómo se va modificando el clima del planeta para tomar medidas de adaptación, de mitigación, de restauración o en algunos casos, de retiro de la población de zonas costeras ya riesgosas.

A nivel de país, Zavala Hidalgo propone estudiar cada región e identificar las amenazas climáticas y sus vulnerabilidades para diseñar distintas políticas y estrategias para su protección, mitigación y adaptación ante los efectos del cambio climático global.

(Con información de Gaceta UNAM)

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