Juicio en Francia por el asesinato de una millonaria monegasca

El juicio por el asesinato de la millonaria monegasca Hélène Pastor y su chófer comienza el lunes en Francia con la comparecencia de diez personas, incluido su yerno, quien supuestamente ordenó los crímenes por su presunta implicación en un caso que conmocionó a Mónaco.

El 6 de mayo de 2014, a la salida del hospital de Niza (sureste de Francia), donde visitaba a su hijo Gildo, Hélène Pastor cayó en una emboscada: un hombre armado con un fusil disparó e hirió gravemente a la millonaria, de 77 años, y a su chófer egipcio, de 54.

Este último murió el 10 de mayo y Hélène Pastor, heredera de un imperio inmobiliario, cuya fortuna está valorada en 12 mil millones de euros, murió el 21 de ese mes. Interrogada cuatro días antes de morir, dijo a los investigadores que tenía «miedo». «Espero volver a verlos, porque tengo más cosas que decirles», añadió, pero ya no tendría tiempo para hacerlo.

La investigación permitió encontrar el rastro de los presuntos asesinos: dos marselleses, ya condenados por violencia o tráfico de estupefacientes.

Samin Said Ahmed, de 28 años, que actuó a cara descubierta, fue acusado de ser el francotirador, pero negó los hechos. Al Hair Hamadi, de 35 años, fue acusado de haber interpretado el papel de vigilante delante del hospital. Ambos dejaron tras ellos multitud de pistas.

Llegar en taxi

En Marsella, las cámaras de vigilancia los grabaron comprando teléfonos y tomando un tren hacia Niza. Allí, alquilaron una habitación de hotel, donde uno de ellos dejó rastros de ADN. Los investigadores los localizaron frente al hospital donde, tras llegar en taxi por no haber podido comprarse una scooter, esperaban a Hélène Pastor.

«Es la primera vez que vemos a asesinos llegar en taxi al lugar del crimen, hacen todo lo que no hay que hacer», ironizó una fuente cercana al caso.

Para dar con el organizador de este doble asesinato, los investigadores siguieron vigilándolos. Así sacaron a la luz toda una galaxia de presuntos intermediarios, que comparecerán también ante el tribunal de Aix-en-Provence (sur) por complicidad en un asesinato o asociación de malhechores, en el juicio que durará hasta el 19 de octubre.

Poco a poco, los policías vieron cómo se iba trazando un escenario digno de una novela policíaca, que les llevó hasta Wojciech Janowski, de 69 años, pareja de la hija de Hélène Pastor, e igualmente hombre de negocios y cónsul honorario de Polonia en Mónaco.

Borrar las pistas

Los investigadores sospechan que Janowski, con problemas financieros, ordenó el asesinato de la millonaria. Como prueba: el hecho de que desvió durante años en su beneficio o en el de sus empresas una gran parte de los 500 mil euros que Hélène Pastor enviaba cada mes a su hija.

El objetivo, según la acusación, era apoderarse de la herencia que le correspondería a la hija de Hélène Pastor.

Un mes después, Pascal Dauriac, de 49 años, entrenador deportivo de Janowski y único acusado que estuvo directamente en contacto con él, reconoció ser el organizador del doble asesinato. «Janowski me manipuló (…) Me explicó que su suegra era un monstruo».

Según Dauriac, Janowski quiso borrar las pistas matando al chófer y pidiendo al francotirador que robara el bolso de Hélène Pastor.

El hombre de negocios reconoció primero haber ordenado los crímenes, antes de retractarse. «Me presionaron, me amenazaron con acusar a mi mujer, Sylvia, y cedí», confesó a su abogado. Hoy, niega cualquier implicación en el caso y acusa a su exentrenador de haberle sacado dinero a cambio de «protección».

(Con información de AFP)

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