Taxistas españoles en lucha contra Uber y Cabify

Miles de taxistas realizaron este martes una huelga en Madrid y Barcelona para exigir al Gobierno español que restrinja la actividad de las compañías de transporte VTC, como Uber y Cabify, que a su juicio violan las normativas vigentes.

En Barcelona, los taxis preveían una huelga de 24 horas desde las 6 de la mañana locales, mientras que en la capital española la protesta se prolongaría 12 horas, también desde las 06h00. Además, los conductores convocaron a una marcha por el centro de la ciudad.

«El taxi exige el cumplimiento de la ley: 1 VTC por cada 30 taxis», señalaba una gran pancarta en la estación de trenes de Atocha, en Madrid, desde donde arrancó la manifestación.

Los sindicatos de taxistas reclaman al Gobierno que ejecute una normativa de noviembre de 2015 que impone esa cuota de un vehículo VTC por cada 30 taxis, acusando a empresas como la estadounidense Uber o la española Cabify de incumplir esta y otras normas, como la que les obliga a trabajar mediante reservas, sin buscar clientes en las calles.

Uber, tras una suspensión de su actividad por la acción de la justicia española en 2014, regresó a Madrid en marzo de 2016 con un servicio más reglamentado, y Cabify está disponible en varias ciudades del país.

El Ministerio de Fomento garantizó el lunes que seguirá siendo una prioridad «el control del cumplimiento de la normativa», y prometió «reforzar el control de las empresas» que conectan a usuarios con conductores que operan como autónomos o por cuenta de una compañía de transporte.

Los taxistas quieren mantener «una regulación que protege los privilegios de un sector», lamentó el director general de Uber en España, Carles Lloret, en un artículo en el diario El Mundo, en el que acusó al taxi de ser «el último monopolio».

En Atocha, en medio de petardos y gritos de «El taxi unido, jamás será vencido» de los manifestantes, viajeros que no sabían de la huelga mostraron su contrariedad.

«Llegué a Madrid para mi primer día de trabajo y no sabía nada», dijo a la AFP Matias Partanen que, cargando con dos maletas, buscaba un taxi para ir a la empresa de apuestas deportivas por internet que le contrató. «Tendré que coger el metro», lamentó este finlandés de 25 años.

Jara y su madre, Isabel, regresaban de un viaje y se toparon con la huelga, por lo que se vieron obligadas a tomar el tren de cercanías y luego un autobús para llegar a Aravaca, en las afueras de Madrid.

«Va a ser una hora un recorrido que en taxi son diez minutos», se quejó Jara. Admitiendo que ha usado Uber en el pasado, criticó también el servicio de taxis: «Es carísimo, no hay color» entre los VTC y los taxis.

Competencia desleal

Los sindicatos de taxistas, que ya han hecho otras protestas contra los VTC, aseguran que está en juego «el futuro de 100 mil familias en España» ante la «competencia desleal» de los nuevos servicios.

«Se factura mucho menos, tenemos que estar muchas más horas trabajando», dice David Parrilla, que afirma que pagó hace cinco años 150 mil euros por la licencia en Madrid, donde circulan unos 15 mil 700 taxis.

Para ganar lo suficiente, su esposa y él se turnan en el taxi para mantenerlo funcionando 16 horas al día, dice Parrilla, que afirma que actualmente hay unos siete VTC por cada taxi.

En medio de las tensiones, Cabify denunció en mayo que nueve de sus vehículos fueron incendiados en Sevilla.

El 11 de mayo, el abogado general del Tribunal de Justicia de la UE asestó un golpe a los servicios VTC, al estimar ante una denuncia originada en España que Uber es una empresa de transporte ordinaria, sujeta a los mismos requerimientos que los taxis.

Los magistrados europeos suelen seguir las opiniones de los abogados cara a la decisión final, que se espera en los próximos meses y sentaría base jurídica en todo el bloque.

(Con información de AFP)

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