Revisan en ONU posturas disímbolas sobe Venezuela

Frente a propuestas intervencionistas a favor o en contra del actual gobierno, se plantea el diálogo y la no militarización del conflicto

Naciones Unidas. La defensa de la soberanía y la libre determinación de Venezuela es un asunto por el que velan hoy varios países miembros de ONU, que se unieron para rechazar la injerencia de Estados Unidos.

Este fue -precisamente- uno de los saldos positivos de la reciente visita del canciller venezolano, Jorge Arreaza, quien durante esta semana realizó distintos encuentros en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

La primera reunión la sostuvo con el secretario general, António Guterres, el pasado lunes, y ambos hablaron sobre una estrategia para fortalecer la cooperación con la ONU.

El titular del organismo multilateral reiteró su oferta de buenos oficios de cara una negociación seria en Venezuela que beneficie al pueblo y ayude a aliviar las tensiones que enfrenta ese territorio.

Tras el encuentro, Arreaza aseguró que su país utilizará todas las vías diplomáticas para garantizar la paz, a pesar de las presiones y amenazas del Gobierno estadounidense.

Así dijo ante una pregunta de Prensa Latina sobre el proyecto de resolución que Estados Unidos prepara con el fin de presentarlo en el Consejo de Seguridad para justificar una posible intervención militar en Venezuela.

El canciller denunció -además- la abierta injerencia de Washington, que promueve acciones para desestabilizar a su nación e instaurar un Gobierno títere encabezado por Juan Guaidó, titular de un parlamento en desacato y quien se autoproclamó mandatario ‘encargado’.

Frente a las intenciones norteamericanas de imponer una intervención humanitaria para entrar a Venezuela, el Gobierno de Caracas apuesta por el diálogo y por aumentar la cooperación con las agencias de ONU para llevar medicinas y alimentos, entre otros.

La administración de Donald Trump habla de ayuda humanitaria, pero mantiene las sanciones que impiden acceder a medicamentos y otros productos de primera necesidad, denunció el representante permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada.

Arreaza y Moncada expusieron al Movimiento de Países No Alineados las maniobras colonizadoras de Trump para hacerse con el control del petróleo y los recursos de Venezuela.

El canciller venezolano destacó el apoyo que recibe su país de un importante grupo de Estados miembros de ONU, los cuales se oponen a las presiones e injerencia estadounidenses.

Tal es el caso de Rusia, China, Cuba, Irán, la República Popular Democrática de Corea, Nicaragua, Bolivia, Palestina, Siria, Namibia, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Myanmar, cuyos representantes acompañaron a Arreaza en su declaración.

Al finalizar su visita, el 14 de febrero, el canciller venezolano anunció que -de forma colectiva- iniciarían un trabajo en diferentes instancias para defender principios de la Carta de la ONU como la no injerencia y el respeto a independencia de las naciones.

Desde el Consejo de Seguridad, la Asamblea General y la secretaría de Naciones Unidas vamos a tomar acciones, recalcó.

Asimismo, rechazó el ‘show humanitario’ montado por Estados Unidos, que promete ayudas, pero bloquea activos venezolanos por valor de varios millones de dólares e impone sanciones que asfixian la economía y dañan al pueblo.

Tratan de presionar y asediar a naciones del área para que se presten a sus maniobras injerencistas, dijo y se refirió a la declaración emitida por la cancillería de Cuba sobre movimientos militares que realiza Estados Unidos en algunas bases aéreas del Caribe.

En tanto, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, denunció que la supuesta ayuda humanitaria es utilizada como instrumento en el juego político contra Venezuela, violando el principio de neutralidad.

Hay preocupación porque algunos consideren la posibilidad de una acción militar contra Venezuela, lo cual es inaceptable. A pesar de sus diferentes visiones y posturas políticas, los países de América Latina están categóricamente en contra de esa acción, resaltó.

Washington intenta imponer en el Consejo de Seguridad, único órgano con poder vinculante en ONU, un proyecto de resolución dirigido a presionar al Gobierno venezolano para que acepte la ayuda humanitaria.

Por su parte, Rusia elaboró una iniciativa rival, bajo el argumento de que no permitirá la adopción de un texto con la visión única de Estados Unidos, e insiste en la necesidad de que se respete el Derecho Internacional y la Carta de la ONU, y se encuentre una solución pacífica a las controversias.

(Con información de Prensa Latina)

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