Régimen bombardea Guta Oriental pese a resolución de la ONU
El régimen sirio volvió a bombardear este domingo el enclave de Guta Oriental, a pesar de la resolución votada la víspera por la ONU para establecer «cuanto antes» una tregua, tras una semana de ataques que han dejado más de 500 muertos.
Ignorando la votación del sábado del Consejo de Seguridad de la ONU que reclamaba un alto el fuego de un mes en Siria para permitir el abastecimiento de ayuda humanitaria y evacuar a los heridos, las fuerzas a favor del régimen protagonizaron violentos enfrentamientos con los insurgentes de este bastión rebelde asediando, con bombardeos aéreos y disparos de artillería, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Irán, gran aliado del poder de Damasco, advirtió que la ofensiva contra grupos «terroristas» iniciada la semana pasada va a continuar.
Las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad lanzaron el 18 de febrero una intensa campaña aérea contra Guta Oriental, que es el preludio, según el OSDH y un medio de comunicación prorrégimen, de una ofensiva terrestre para reconquistar este enclave de un centenar de kilómetros cuadrados, situado a las puertas de Damasco.
Esta campaña del régimen, apoyado militarmente por Moscú, es de una violencia inusitada, incluso para un país arrasado desde 2011 por un conflicto que ha dejado ya unos 340.000 muertos.
Este domingo, ocho civiles perdieron la vida en estos ataques, según el OSDH, con lo que el balance total desde el comienzo de la operación ascendía a 529 civiles muertos, 130 de los cuales eran niños.
En respuesta a los bombardeos, los insurgentes dispararon cohetes y obuses contra Damasco, provocando una veintena de muertos desde el 18 de febrero, según medios oficiales.
‘Siria atormentada’
Cada día, los corresponsales de la AFP sobre el terreno se encuentran con las mismas escenas: hileras de cuerpos en morgues de hospitales improvisados, niños llorando con el rostro ensangrentado, socorristas exhaustos intentando rescatar a víctimas de entre los escombros.
Si bien «los bombardeos bajaron en intensidad» este domingo respecto a los días anteriores, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, los combates en curso en el sur del enclave «son los más violentos este mes».
Trece combatientes prorrégimen y seis miembros del grupo rebelde islamista Yaish al Islam, uno de los más importantes del sector, fueron abatidos en estos enfrentamientos, según el OSDH.
En el pasado ya se adoptaron treguas temporales en Siria, pero siempre acabaron estallando por los aires. De hecho, Guta Oriental es una de las cuatro «zonas de distensión» establecidas en rl país con el objetivo de garantizar una tregua local de los combates.
Según el Kremlin, el presidente ruso Vladimir Putin, su homólogo francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel defendieron la «continuación de los esfuerzos comunes» para el establecimiento de la tregua que persigue la ONU, en una conversación telefónica este domingo.
Una fuente oficial en Berlín afirmó que Merkel y Macron le habían pedido a Putin que ejerciera «la máxima presión» sobre Siria para que una aplicación «inmediata» de la resolución de la ONU.
Por su parte, el papa Francisco hizo un «llamado urgente para que cese inmediatamente la violencia». «En estos días, pienso a menudo en Siria, amada y atormentada», lamentó.
«Traiciones»
La resolución de la ONU prevé excepciones al alto el fuego para los combates contra diversos grupos yihadistas. Estas pueden dar lugar a interpretaciones contradictorias, pues Damasco considera a todos los rebeldes «terroristas».
En Teherán, el jefe del estado mayor del ejército iraní, el general Mohamad Bagheri, citado por la agencia oficial Irna, se mostró categórico: «A las zonas de la periferia de Damasco que están en manos de [grupos] terroristas no les atañe el alto el fuego y las ofensivas y la limpieza del ejército sirio continuará».
La región de Guta Oriental, asediada desde 2013, padece a diario una escasez de alimentos y medicamentos. Para escapar a la lluvia de bombas del régimen, sus habitantes se refugian en los subsuelos.
«No podemos confiar ni en Rusia ni en el régimen, nos hemos acostumbrado a sus traiciones», dijo Abu Mazen, un habitante de Duma refugiado en un sótano. «No creo que esta decisión se aplique», dijo respecto a la resolución de la ONU.
(Con información de AFP)