Protestas en India contra ley por discriminación religiosa

La nueva norma excluye explícitamente a los refugiados musulmanes y a los de cualquier religión de Sri Lanka y Myanmar para solicitar ciudadanía

Nueva Delhi, India. Las protestas se extienden en India tras la aprobación del polémico proyecto de Ley de Ciudadanía, catalogado de discriminatorio e inconstitucional pues convierte implícitamente a los musulmanes en ciudadanos de segunda clase.

El Proyecto de Ley de Ciudadanía (Enmienda) (CAB, por sus siglas en inglés) fue presentado oficialmente en la Cámara Baja (Lok Sabha) del Parlamento el pasado lunes, por el ministro del Interior, Amit Shah, en medio de fuertes protestas de la oposición y varios grupos en el noreste y otras partes del país.

Tras fuertes y prolongados debates, el controvertido Proyecto de Ley de Enmienda de la Ciudadanía también fue aprobado por diferencia de 125 votos a favor y 105 en contra en la Cámara Alta (Rajya Sabha) del Legislativo.

No obstante, aún se necesitará el consentimiento del presidente Ram Nath Kovind para convertirse en ley.

La legislación propuesta busca enmendar la Ley de Ciudadanía de 1955 y permite a los refugiados hindúes, sijs, budistas, jainistas, parsis y cristianos que sufrieron persecución religiosa en Pakistán, Bangladesh y Afganistán y que llegaron a la India antes del 31 de diciembre de 2014, solicitar la ciudadanía india.

Sin embargo, excluye explícitamente a los refugiados musulmanes y a los de cualquier religión de Sri Lanka y Myanmar, de los cuales cientos de miles viven en la India.

Anteriormente, los refugiados que llegaban al país sin los documentos necesarios eran considerados inmigrantes ilegales y se les prohibía solicitar la ciudadanía.

El gobierno nacionalista hindú de extrema derecha del Primer Ministro Narendra Modi cita preocupaciones humanitarias como la razón para aprobar esta ley, señaló el medio de izquierda Peoples Dispatch.

La exclusión de los musulmanes expone claramente el argumento del gobierno, indicó.

Los sectores izquierdistas y progresistas del país señalan que el proyecto de ley es discriminatorio y tiene por objeto avivar las divisiones religiosas y étnicas.

En ese sentido colocaron como ejemplo de ello que los refugiados rohingya que huyen del genocidio no entran en el ámbito de este proyecto de ley.

El ministro del Interior Amit Shah señaló ante los debates que los musulmanes de la India no deben temer por la nueva legislación, pero advirtió que los refugiados musulmanes de Afganistán, Pakistán y Bangladesh no recibirían la ciudadanía en la India.

Quienes se oponen al referido proyecto de ley señalan que su objetivo es indicar claramente a la comunidad musulmana de la India que son ciudadanos de segunda clase.

El CAB está estrechamente vinculado a los planes del gobierno de llevar a cabo un Registro Nacional de Ciudadanos (NRC) a nivel nacional, indican expertos.

Este último se trata de un mecanismo para verificar la ciudadanía de los residentes de la India y eliminar a todos aquellos que no puedan probar su estatus legal.

El ejercicio de la NRC se completó recientemente en el nororiental estado indio de Assam tras una demanda pendiente desde hace mucho tiempo y más de 1,9 millones de personas fueron excluidas de la lista de ciudadanos.

La oposición dice que a través del CAB, el partido gobernante nacionalista hindú Bharatiya Janata (BJP) trata de asegurar que los refugiados hindúes tengan la oportunidad de ser ciudadanos mientras que los musulmanes quedan fuera.

Si el NRC se lleva a cabo a nivel nacional, los musulmanes tendrán que luchar aún más para demostrar su ciudadanía, consolidando el estatus de la India como país hindú, como parte de la agenda del gubernamental BJP.

La aprobación del proyecto de ley en el Parlamento conlleva la oposición masiva de sectores izquierdistas, progresistas y laicos del país. El Partido Comunista de la India (Marxista) y otros partidos de izquierda protestaron en el recinto del Legislativo.

En un comunicado de prensa, el PCI(M) calificó de inconstitucional el proyecto de ley.

Apuntó que conceder la ciudadanía sobre la base de la religión viola los fundamentos fundamentales de la constitución india, que garantiza no sólo la ciudadanía sino también los derechos fundamentales independientemente de la casta, el credo o el sexo.

En todo el país, estudiantes de izquierda y organizaciones juveniles organizan protestas y planean movimientos de desobediencia civil, incluyendo la quema de copias del proyecto de ley y llamadas a boicotear cualquier proceso de la NRC.

Las manifestaciones son especialmente fuertes en la región noreste de la India. Las comunidades de la zona temen que la legalización del estatuto de los refugiados afecte a la composición demográfica de la región.

Estudiantes y miembros de la sociedad civil de Assam protestaron masivamente después de que varias organizaciones estudiantiles llamaron a una huelga.

Tras las protestas masivas contra el proyecto de ley, el ejército fue desplegado en Assam y se cerró el servicio de Internet en varios lugares.

Para el líder del Partido del Congreso, Anand Sharma, se trata de un asalto a los cimientos mismos de la Constitución de la India y lastima el alma del país.

El Secretario General del Partido Comunista de la India (Marxista), Sitaram Yechury, también criticó la aprobación del referido Proyecto y alegó que el gobierno del Partido Bharatiya Janata introdujo la legislación para ‘agudizar la polarización comunitaria’ y recalcó que la ciudadanía de una persona no puede ser determinada por su afiliación religiosa.

(Con información de Prensa Latina)

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