Nuevos bombardeos contra Idlib antes de la ofensiva final

El régimen sirio, respaldado por Rusia, reanudó este domingo los bombardeos en la provincia de Idlib, último bastión rebelde en el noroeste de Siria, donde murieron dos niños, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Se trata del segundo día de bombardeos en la provincia de Idlib, después de que las negociaciones clave en Teherán sobre el futuro del último bastión rebelde y yihadista fracasaran.

El sábado, los cazabombarderos rusos llevaron a cabo los ataques «más intensos» en un mes en esa provincia de cara a una vasta ofensiva, según el OSDH, en los que murieron al menos nueve civiles.

El domingo, luego de unas horas de pausa, «helicópteros de las fuerzas del régimen lanzaron más de 60 barriles de explosivos sobre la localidad de Hbit, en el sur de la provincia, matando al menos dos niños», dijo a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Otras seis personas resultaron heridas.

En paralelo, según la misma fuente, la aviación rusa lanzó «más de diez ataques» en la ciudad de Latamné en el noreste de la provincia de Hama», zona adyacente a Idlib y que está también controlada por rebeldes y grupos yihadistas.

Hayat Tahrir al Sham (HTS), la organización yihadista creada por la exrama siria de Al Qaida controla el 60% de la provincia de Idlib, y el resto está en manos de grupos rebeldes rivales.

Los bombardeos hirieron a cinco rebeldes y afectaron a un hospital, que quedó fuera de servicio. Cerca de la localidad de Hass, situada en el sector sur de Idlib, otra infraestructura hospitalaria sufrió grandes daños el sábado a causa de los bombardeos.

Los bombardeos bajaron de intensidad a partir del domingo en la tarde, indicó el OSDH.

«Catástrofe»

Este recrudecimiento de la violencia se produce luego del fracaso el viernes de una cumbre entre los mandatarios de Rusia e Irán, aliados del régimen de Bashar Al Asad, y Turquía, que respalda a los rebeldes, para hallar un compromiso sobre Idlib.

La ONU dice que teme una nueva «catástrofe humanitaria» y el desplazamiento de 800.000 personas en caso de asalto.

El miedo es «inmenso» entre los habitantes y el personal médico, afirmó a AFP en Ginebra el jefe de los servicios de salud de la provincia, Munzer al Jalil, asegurando que teme «la crisis más catastrófica de nuestra guerra».

Desde el jueves, centenares de familias huyen de sus hogares en los sectores bombardeados de Idlib, en la mira de Damasco y Moscú por su cercanía con las zonas controladas por las fuerzas leales al régimen sirio.

Las tropas del régimen se han congregado durante semanas alrededor de Idlib, después de retomar el control de otras áreas del país a principios de este año.

El conflicto en Siria, comenzado en 2011, ha dejado más de 350.000 muertos y obligó a millones de personas a dejar sus hogares.

(Con información de AFP)

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