Más de 2 mil muertos por sismo en Marruecos

En la zona prevalecen las construcciones tradicionales, indefensas ante la furia de eventos como el terremoto ocurrido hoy

Rabat, Marruecos. La cifra de muertos por el terremoto en Marruecos provocó dos mil 12 muertos y dos mil 59 heridos, de los que mil 404 se encuentran en estado muy grave, según un nuevo balance publicado el sábado por la noche por el Ministerio de Interior.

Un total de mil 293 personas murieron en la provincia de Al Hauz y 452 en la de Tarudant, ambas situadas al sur de Marrakech, dijo el ministerio en un comunicado.

Galería: Destrucción y muerte tras sismo de 6.8 en Marruecos.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el movimiento telúrico fue de magnitud de 6.8 y se produjo a una profundidad de 18.5 kilómetros, con epicentro 71 kilómetros al suroeste de Marrakech a las 23:11 hora local (22:11 GMT).

El Centro Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas marroquí (CNRST) indicó una magnitud de 7.

El terremoto dejó al menos mil 37 muertos y mil 204 heridos, «de los cuales 721 están en estado crítico», indicó el Ministerio del Interior en un comunicado.

En el balance anterior, de 820 fallecidos, la mayoría de los fallecidos (394) se habían registrado en Al Hauz, provincia epicentro del sismo, y en Tarundant (271), más al sur.

Tumbas cavadas
En el pueblo de Moulay Brahim, en Al Hauz, los equipos de rescate trabajaban este sábado en busca de supervivientes entre los escombros.

Cerca de allí, los vecinos cavaban ya fosas en una colina para enterrar a las víctimas, según un equipo de la Afp presente en el lugar.

Por su parte, el ejército marroquí desplegó «importantes medios humanos y logísticos, aéreos y terrestres», como equipos de búsqueda, de rescate y un hospital de campaña en Al Hauz, informó la agencia de noticias estatal MAP.

En Marrakech, los marroquíes inspeccionaban visiblemente aturdidos los daños en sus casas entre montones de escombros, polvo y coches aplastados por las piedras.

La sacudida se sintió hasta la capital Rabat, a cientos de kilómetros, y en ciudades costeras como Casablanca o Esauira, incluso en el país vecino de Argelia, donde las autoridades descartaron daños o víctimas.

Los medios marroquíes informaron que éste es el sismo más potente registrado en este reino en el norte de África.

«Entramos en pánico»
Videos grabados en Marrakech muestran a los habitantes saliendo despavoridos de los edificios en medio de la sacudida, escombros que se desprenden de los inmuebles hacia estrechos callejones y vehículos cubiertos de piedras.

En uno de ellos se observa un minarete de una mezquita que colapsó en la famosa plaza Yamaa el Fna, el corazón de Marrakech, y que causó heridas a dos personas.

Un corresponsal de la Afp vio a cientos de personas concentradas en esta emblemática plaza para pasar allí la noche por el miedo a las réplicas. Algunos con mantas y otros durmieron directamente en el suelo.

«Nos paseábamos por Yamaa el Fna cuando la tierra empezó a temblar, era verdaderamente asombroso como sensación», explicó a Afp en la plaza Houda Outassad.

«Estamos sanos y salvos, pero todavía conmocionados», añadió esta habitante de la ciudad, que perdió a diez familiares en Ijoukak, pueblo rural en Al Hauz.

Mimi Theobald, una turista inglesa de 25 años, estaba con unas amigas a punto de comer el postre en la terraza de un restaurante «cuando las mesas empezaron a temblar, los platos a volar. Entramos en pánico».

«Gritos y llantos»
Fayssal Badour, de 58 años, conducía de regreso a su casa cuando notó el temblor. «Me detuve y me di cuenta de la catástrofe. Era muy grave (…) Los gritos y los llantos eran insoportables», relató.

El francés Michael Bizet, que posee tres establecimientos turísticos en casas tradicionales (riads) de la ciudad vieja de Marrakech, dijo que la sacudida lo despertó durante el sueño.

«Salí a la calle medio desnudo y fui a ver los riads. Era un caos total, una catástrofe de verdad, de locos», explicó.

El papa Francisco expresó «su profunda solidaridad por las víctimas», en un mensaje enviado por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.

El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, expresó sus condolencias al país vecino por la «tragedia».

Varios países, entre ellos España, Reino Unido, Italia, Israel o Estados Unidos ofrecieron apoyo a Marruecos para las labores de rescate.

Francia, que tiene una numerosa población de origen marroquí, manifestó su «solidaridad» y su presidente, Emmanuel Macron, se dijo «conmocionado».

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Ucrania, Volodymir Zelensky; de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y de China, Xi Jinping, también expresaron sus condolencias y solidaridad. La Unión Africana manifestó su «gran dolor» por la tragedia.

Desde la cumbre del G20, en Nueva Delhi, el primer ministro indio, Narendra Modi, se dijo «extremadamente apenado por las pérdidas de vidas».

El reino alauí experimenta terremotos con frecuencia en su región septentrional debido a que está entre las placas africana y euroasiática.

En 2004, al menos 628 personas murieron y 926 resultaron heridas cuando un terremoto golpeó Alhucemas, al noreste del país.

Con el paso de las horas, insuficiente para reponerse del impacto de la tragedia que los asoló, rescatistas y damnificados rebuscan entre los escombros sobrevivientes del terremoto que anoche estremeció el suroeste de Marruecos.

La sacudida telúrica causó la muerte de casi mil 40 personas, según conteo que se sabe provisorio debido al grado de devastación causado en una zona en la cual prevalecen las construcciones tradicionales, indefensas ante la furia de eventos semejantes al que a las 23:00, hora local, sacudió este país del norte de África.

La cifra de heridos es de 672, unos 300 de ellos muy graves, junto a la de fallecidos, da una idea de la magnitud del desastre humano, sin pasar por alto el económico por la destrucción de viviendas y establecimientos que asoló a esta zona de Marruecos, favorecida por el turismo, en particular el europeo.

El epicentro de la sacudida fue ubicado en la provincia de Al Hazous, al suroeste de la ciudad de Marrakesh, por el Centro Científico para la Investigación Científico-Técnica, e impactó además varias localidades entre ellas Taroudant.

(Con información de Prensa Latina)

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