Caos y desestabilización en Bolivia por gobierno de facto

El país sudamericano se vuelca en un pulseo entre los movimientos sociales y sindicales y el gobierno de facto ante la crisis política y sanitaria

La paz, Bolivia. Caos, desestabilización y cero diálogo político en plena crisis sanitaria agravada por una pandemia inédita laceran poco a poco a Bolivia.

Nueve meses después del golpe de Estado contra el presidente Evo Morales (2006-2019) el país se suma en un pulseo entre los movimientos sociales y sindicales y el gobierno de facto.

La reciente decisión de aplazar nuevamente las elecciones, como vía para encauzar los destinos de la nación hacia la estabilidad y enfrentar así la urgencia epidemiológica de forma eficiente, sacó a la luz los egoísmos de aquellos para los que el pueblo nunca fue prioridad.

Al mejor estilo del ‘sálvese quien pueda’, Bolivia pasa de denuncias diarias de violaciones de derechos humanos, hospitales colapsados, corrupción, hasta chismes sobre la vida personal de dirigentes políticos.

La respuesta de organizaciones sindicales es radicalizar las protestas y bloqueos en más de 70 puntos de departamentos neurálgicos para la vida económica y social del país como La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz.

La Central Obrera Boliviana lidera las manifestaciones que gana adeptos sobre todo en el área rural.

Twitter también es un campo de batalla y desde esa plataforma virtual el propio expresidente Morales y otros líderes del Movimiento al Socialismo muestran al mundo el panorama político boliviano y denuncian las atribuciones de funciones del Ejecutivo de facto.

‘El Gobierno y sus aliados, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que digan la verdad: ¿es o no es posible el 6 de septiembre?, que no engañen más con subjetividades’, escribió el vicepresidente de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Andrónico Rodríguez. A la lucha se suma igualmente el denominado Pacto de Unidad surgido en el cabildo popular realizado la semana pasada, donde decenas de organizaciones acordaron promover la huelga general por tiempo indefinido.

La reposición de la anterior fecha de los comicios, el 6 de septiembre, como dispone la Ley 1304, removió las bases sociales bolivianas, las que siempre dijeron presente en los momentos más críticos en este país.

Queda ahora esperar el desarrollo de este despertar y la anhelada vuelta a la estabilización nacional.

(Con información de Prensa Latina)

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