Alertan por infecciones con bacterias multirresistentes

Muchos autores consideran el incremento de las infecciones bacterianas multirresistentes como una pandemia silenciosa

La resistencia bacteriana a los antibióticos es uno de los desafíos más grandes de la salud pública. ¿Cómo afecta directamente a los pacientes en España?

España es uno de los países europeo con mayor tasa de infecciones ocasionadas por bacterias multirresistentes.

En un estudio esponsorizado por la SEIMC, se constató que, en España, la mortalidad de pacientes con infecciones ocasionadas por bacterias multirresistentes fue de aproximadamente 29 mil casos en el año 2018 y de 26 mil en el 2019.

Debemos, no obstante, decir que estas cifras correspondían a pacientes que morían con infecciones ocasionadas por bacterias multirresistentes, es muy difícil saber si la mortalidad era por la infección o por la patología primaria que tenían estos pacientes.

¿Le preocupa que esta resistencia se incremente y suponga un auténtico peligro pasa la salud pública?

Evidentemente, muchos autores consideran el incremento de las infecciones ocasionadas por bacterias multirresistentes como una pandemia silenciosa. De hecho, en un estudio liderado por Sir Jim O’Neill en el año 2016, se analizaba la situación de la resistencia bacteria a los antibióticos y la tendencia de esta situación, concluyendo que, si no se tomaban las medidas necesarias, la mortalidad a nivel mundial por esta causa en el año 2050 sería de 10 millones, o sea, que debemos actuar ya.

¿Hay algún perfil de persona que pueda ser propensa a desarrollar infecciones por bacterias resistentes?

En general, cualquier persona está expuesta a adquirir una infección de cualquier tipo, sin embargo, existen una serie de factores de riesgo que facilitan la adquisición de infecciones, entre estos encontramos la inmunodepresión, malnutrición, edad, factores genéticos, etc.

Evidentemente, algunos de ellos están interrelacionados. El principal problema al adquirir una infección por una bacteria multirresistente es que vemos limitado el número de antibióticos que podemos utilizar para tratarla.

¿Cómo podría protegerse una persona de la resistencia a los antibióticos?

Cuando hablamos de la resistencia bacteriana a los antibióticos debemos tener en consideración dos aspectos. El primero de ellos es la aparición de las bacterias resistentes y, para ello, la mejor protección es hacer un uso racional de los antibióticos siguiendo las recomendaciones del médico prescriptor.

En segundo lugar, una vez la bacteriana resistente ya ha aparecido, intentar que esta no se disemine y pueda causar infecciones y, para evitarlo, la principal medida de control es el lavado frecuente de las manos después de ciertas situaciones, así como un cocinado adecuado de los alimentos que también puede ser vehículos de bacterias multirresistentes.

Centrándonos en la situación actual que vivimos, parece qué en la segunda ola, la carga vírica de los infectos era menor, ¿no? ¿Por qué se dieron casos leves, incluso en pacientes que eran considerados de riesgo?

No, nosotros vimos, en el día a día del hospital, pacientes con sintomatología e incluso individuos asintomáticos con cargas virales elevadas. La explicación del porqué se dan más casos leves podría ser por el tipo de población infectada que vimos en esta segunda ola, que era fundamentalmente paciente joven.

Y, sin embargo, el índice de contagiosidad del virus es más alto. Dejando a un lado las medidas de seguridad establecidas por el Gobierno, ¿propondría usted alguna otra medida para evitar la propagación del virus?

Parece ser la que la contagiosidad es superior porque la carga viral es superior y ello podría asociarse a una mutación en la proteína S del virus que facilitaría la infectividad de las células.

Las medidas que se tomaron fueron, en principio, correctas, lo que según mi punto de vista ha fallado es el tiempo de implementación de dichas medidas. A modo de ejemplo, el cribado poblacional para búsqueda de casos asintomáticos y sus potenciales contactos se debería haber hecho cuando la curva de casos está subiendo, o sea, en las primeras fases y además realizarla con un rastreo de contactos estrecho.

¿Qué tendría que cambiar España para que la Covid-19 se convirtiese en una infección menor?

Está claro que la situación cambiará cuando dispongamos de suficiente inmunidad poblacional (60-70% de la población para tener una inmunidad de grupo), de la duración de la respuesta inmunitaria y el disponer de una vacuna segura y efectiva.

Dejando a un lado el nuevo coronavirus, ¿Cómo ve la situación de las enfermedades infecciosas? ¿Cuál es la enfermedad infecciosa que más preocupa actualmente?

Como he comentado anteriormente, el porcentaje de infecciones ocasionadas por bacterias multiresistentes está aumentando de una manera progresiva, incluso con los enormes esfuerzos que se están haciendo desde la administración y los hospitales. Las enfermedades infecciosas más preocupantes son aquellas que ocasionan una elevada mortalidad y aquí debemos destacar la sepsis, la neumonía y las meningoencefalitis.

Centrándonos en la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, ¿qué papel tiene en la lucha contra la Covid-19?

Desde el primer momento, la SEIMC ha prestado todo su apoyo a las instituciones gubernamentales, tanto nacionales como autonómicas, a través de los miembros de la nuestra sociedad con elevada experiencia en este tipo de infecciones, aunque estemos hablando de un nuevo microorganismo que nos está sorprendiendo día a día.

A lo largo de la pandemia, la SEIMC ha redactado y publicado documentos en los diversos aspectos de la covid-19, fundamentalmente en el diagnóstico y tratamiento de la misma. Además, se ha organizado un Congreso covid-19 liderado por SEIMC que ha aglutinado a 55 sociedades científicas españolas.

También tienen múltiples proyectos de investigación, ¿podría hablarme sobre ellos?

Uno de los principales objetivos de la sociedad y en el que ponemos un gran esfuerzo es la formación de las nuevas generaciones de infectólogos y microbiólogos. Para ello organizamos actividades formativas en diversas áreas de las enfermedades infecciosas a través del Campus Virtual SEIMC con un total de 36 mil alumnos registrados, básicamente de España y Latinoamérica. Además, tenemos una serie de becas de movilidad y de formación que permite a los socios jóvenes que la soliciten el poder realizar una estancia en otro centro hospitalario para complementar su formación.

Desde el punto de vista de investigación, cada año se otorgan dos proyectos de investigación a aquellos proyectos de calidad en un área determinada, liderados por miembros jóvenes de la sociedad, con la finalidad de facilitar que puedan empezar su propia línea de investigación. Para terminar, hay dos aspectos que enlazan con lo dicho anteriormente y que me gustaría destacar.

Para poder mantener el nivel de formación necesario precisamos la aprobación de la especialidad de Enfermedades Infecciosas en nuestro país, lo que no deja de ser una anomalía en comparación con el resto de los países desarrollados y que dificulta la formación de estos expertos y el libre flujo de estos especialistas entre países.

Es, además, fundamental disponer de especialistas en Microbiología con la mejor formación, para lo que es esencial que la especialidad de Microbiología no disminuya su período formativo efectivo con su posible integración en la troncalidad del laboratorio.

Finalmente, la SEIMC dispone de 13 grupos de estudio en temáticas distintas y en todos ellos se llevan a cabo proyectos de investigación específicos.

(Con información de Jordi Vila, doctor en Farmacia por la Universidad de Barcelona, en noticiasensalud.com)

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