Alerta médica por afección intestinal mortal

Unos cinco millones de personas en el mundo, predominantemente de entre 20 y 40 años, padecen de enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la cual hasta ahora es mal diagnosticada por los médicos de primer contacto y de no ser tratada de manera correcta puede ocasionar la muerte, alertó Jesús Yamamoto Furusho, académico de la Facultad de Medicina.

Se trata de un grupo de padecimientos que inflama el tracto digestivo, desde la boca hasta la región anal, como es el caso de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa crónica idiopática (CUCI), que afectan exclusivamente el intestino grueso o colon. “Ambas son incurables y se caracterizan por episodios de reactivación del mal a lo largo de la vida”, señaló.

Los síntomas más importantes de este trastorno son la presencia de evacuaciones diarreicas por más de un mes, que generalmente tienen moco y sangre, dolor abdominal, pérdida de peso y en casos ya avanzados fiebre persistente, refirió el gastroenterólogo.

Se trata de un grupo de padecimientos que inflaman el tracto digestivo, desde la boca hasta la región anal.

Manifestaciones

Indicó que 40 por ciento de los pacientes pueden tener manifestaciones fuera del intestino, es decir, presentar inflamación de articulaciones, lesiones en la piel como nódulos rojos (eritema nudoso) o úlceras (pioderma gangrenoso) o bien inflamación de los conductos biliares y de los ojos (epiescleritis o uveítis) e inclusive descalcificación ósea manifestada por osteoporosis. “De modo que aunque la EII afecta primordialmente el tracto digestivo, también tiene repercusiones en otros órganos”, resaltó.

Actualmente no se sabe con exactitud la incidencia de esta patología en el país, básicamente porque no hay un registro nacional y no se hace un buen diagnóstico de ella; sin embargo, “en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, donde soy director de la Clínica de Enfermedad Inflamatoria Intestinal y presidente de la Pan American Crohn´s and Colitis Organization (PANCCO), hemos visto en los últimos 15 años un incremento hasta de tres veces más la referencia de pacientes con CUCI y de cuatro veces más la de personas con la enfermedad de Crohn”, puntualizó Jesús Yamamoto.

Por lo regular, el diagnóstico se retrasa porque los médicos de primer contacto (generales y familiares) no se encuentran familiarizados con estos padecimientos y los tratan como procesos infecciosos, principalmente parasitosis o amibiasis o también infecciones bacterianas como Salmonella, Shigella, Campylobacter, que causan diarrea con sangre, pero no son crónicas, es decir, no duran más de un mes, aseveró. De modo que esos pacientes llevan estos tratamientos por meses y cuando llegan al especialista ya tienen dilatación de colon, perforación intestinal, sangrado masivo, el intestino cerrado u oclusión y desarrollo de fístulas, destacó.

Yamamoto Furusho indicó que se desconoce la etiología de la EII, pero se ha postulado que es multifactorial porque hay factores genéticos, inmunológicos y ambientales que convergen en el individuo para que se presente esta afección, apuntó.

En los últimos años se ha descrito que la llamada occidentalización de la dieta, es decir, la ingesta excesiva de grasas saturadas y muchos carbohidratos, ha cambiado poco a poco la composición bacteriana a nivel del intestino y este desequilibrio crea un ambiente inflamatorio que desencadena este tipo de males, resaltó.

La EII afecta por igual a hombres y mujeres, pero se presenta sobre todo en gente joven, productiva desde el punto de vista económico.

(Con información de Gaceta UNAM)

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