Acepta EU haber matado a 10 civiles afganos ‘por error’

“Ofrezco mis más profundas condolencias a los familiares vivos de los fallecidos”, indicó el secretario de Defensa, Lloyd Austin

Washington, Estados Unidos. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, reconoció que 10 civiles, siete de ellos niños, murieron en Kabul por un ataque estadunidense con drones el 29 de agosto pasado y ofreció disculpas.

El Pentágono señaló ayer que una revisión reveló que sólo murieron civiles en el ataque, y no un extremista del Estado Islámico, como se creyó en un principio.

“Ofrezco mis más profundas condolencias a los familiares vivos de los fallecidos”, indicó en un comunicado, en el que reconoció que el hombre atacado era “sólo una víctima inocente, como los demás trágicamente asesinados”.

“Trabajaremos para aprender de este horrible error”, añadió, poco después de que el ejército estadunidense admitió que el ataque con drones fue una equivocación. “Ningún ejército se esfuerza tanto como el nuestro por evitar las bajas civiles. Cuando tenemos motivos para creer que hemos segado vidas inocentes, investigamos y, si es cierto, lo admitimos”, aseveró.

“El ataque fue un trágico error”, dijo el general de la Marina Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, en conferencia de prensa en el Pentágono.

Durante varios días después del ataque del 29 de agosto, los funcionarios del Pentágono afirmaron que se llevó a cabo correctamente, a pesar de las muertes de civiles. Las organizaciones de noticias pusieron en duda esa versión de los hechos, e informaron que el conductor del vehículo atacado era empleado de una organización humanitaria estadunidense desde hacía mucho tiempo, además de señalar la ausencia de pruebas que apoyaran la afirmación del Pentágono de que el vehículo contenía explosivos.

McKenzie dijo que el vehículo fue atacado “en la creencia sincera” de que representaba una amenaza inminente. “Ahora estoy convencido de que hasta 10 civiles, incluidos siete niños, murieron trágicamente en ese ataque”, expresó. “Además, ahora evaluamos que es poco probable que el vehículo y los que murieron estuvieran asociados con el Isis-K, o con una amenaza directa para las fuerzas estadunidenses”, añadió, en referencia a la filial del grupo Estado Islámico en Afganistán.

McKenzie se disculpó por el error y dijo que Estados Unidos estudia la posibilidad de pagar una indemnización a la familia de las víctimas.

El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, señaló a periodistas dos días después del ataque que parecía haber sido un ataque “justificado” y que al menos una de las personas muertas era un “facilitador” de Isis-K, la cual mató a 169 civiles afganos y 13 militares estadunidenses en un atentado suicida el 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul.

(Con información de La Jornada)

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