San Juan Chamula, la ley de las armas

La ausencia en la atención a los problemas políticos por parte del gobierno de Chiapas, reactivó la tensión en San Juan Chamula y ayer el presidente municipal Mateo Gómez Gómez, anunció su renuncia al cargo, haciendo el señalamiento de que ha estado recibiendo amenazas de muerte por el mismo grupo de personas que asesinaron al expresidente Domingo López González y al síndico Narciso Lunes Hernández.

Esta renuncia pone en evidencia la falta de apoyos del gobierno estatal hacia San Juan Chamula y significa además un fuerte cuestionamiento a la forma como se viene administrando a la entidad.

Los errores del gobernador Manuel Velasco Coello se encuentra en el momento en que no procesó a Sebastián Collazo Díaz, al término de su período de gestión en la presidencia de Chamula y luego en el momento en que designó a Dagoberto Hernández Gómez como secretario de desarrollo sustentable de los pueblos indígenas, ambos confrontados con el grupo de Domingo López, y a quienes en el pueblo de Chamula se les relaciona como parte de la delincuencia organizada.

En Chamula se encuentran totalmente pervertidos los lazos comunitarios y hoy este pueblo vive problemas y pugnas entre grupos de polleros, de narcotráfico, tráfico de armas, banda de carros robados, producción de discos y películas piratas, prostitución de indígenas, etc.

La presencia de la delincuencia organizada en San Juan Chamula no es de fecha reciente, pero hasta ahora se refleja el interés por controlar políticamente al municipio. Por ello resulta ilustrativo los señalamientos que familiares y amigos del expresidente asesinado, le hicieran al gobernador del Estado en donde señalaron como presunto responsable al funcionario que despacha en la oficina de Pueblos Indios, sin que a la fecha exista una decisión de removerlo de su cargo.

La falta de decisiones en el gobierno de Manuel Velasco es el origen de muchos problemas en la entidad. No hay planeación. No hay operación política. No hay política social. No hay finanzas sanas. No hay política de crecimiento económico ni de generación de empleos. Y para colmo de males la corrupción está generalizada en todas las áreas del gobierno.

La inexperiencia política le está cobrando un alto costo al joven gobernante, pero directamente la población chiapaneca está pagando un costo todavía mayor de la ausencia de gobierno en estos cuatro años de gestión, en la que la entidad ha vivido un desorden político y un despilfarro financiero.

La renuncia del presidente municipal y otros regidores más, muestra que la pugna en Chamula no sólo es política sino que prevalece la idea del control y el dominio de la presidencia municipal, que representa  el control del mercado y el territorio, en la que todos los grupos, católicos tradicionalistas, católicos no tradicionalistas evangélicos y las organizaciones sociales, se encuentran fuertemente armados y propensos al enfrentamiento, pues de una u otra manera en todos ellos existe participación en las actividades de la delincuencia organizada.

En Chamula no hay orden ni posibilidad alguna de restituir la tranquilidad y seguridad en el municipio. Por eso resulta contraproducente que el gobierno insista en mantener la investigación del asesinato de Domingo López en el ámbito local, cuando existen elementos de sobra para que la PGR ejerza la facultad de atracción en este caso y entonces sí, investigar los distintos delitos que se cometen a diario en este territorio, que se convirtió en un espacio sin ley. (Texto de José Adriano Anaya)

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