Sigilosamente publica Peña reglas para el fracking

Pese a las alertas que han lanzado especialistas y grupos ecologistas, el gobierno federal publicó discretamente las reglas a través de las cuales puede ser empleado el procedimiento de fracturación hidráulica para la explotación de gas shale en el subsuelo.

El activista Antonio Hernández Ramírez, especialista en temas de sustentabilidad, explicó que el pasado 30 de agosto fueron notificadas en el Diario Oficial de la Federación las reglas que las empresas deben seguir para usar el agua en la extracción de carburante del subsuelo mediante la técnica del fracking, para la cual son empleados millones de litros del recurso natural mezclado con químicos contaminantes.

En las perforaciones el líquido se inyecta a presión sobre las rocas de las que se extrae el energético, lo que provoca que todo el fluido empleado se derrame dentro del subsuelo, de forma incontrolable y que al final contamine los mantos acuíferos de los que se extrae el agua para uso generalizado, explicó el también biólogo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

“A la gente de Monterrey debe preocuparnos la afectación a la calidad del agua por la inyección de estas sustancias en los acuíferos de donde nosotros nos abastecemos para el consumo humano, la ganadería y la industria”, expuso Hernández.

Además, la masa de agua agregada al subsuelo provoca reblandecimientos subterráneos que ocasionan temblores que, en el caso de Nuevo León, se han sentido hasta la zona metropolitana, pese a que la explotación ocurre en la zona rural.

La publicación del Diario Oficial se denomina “Lineamientos para protección y conservación de las aguas nacionales en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales”, lo que significa que el recurso, incluido el que pudiera ser extraído del mar, puede ser empleado para el método de la fractura hidráulica de manera legal, denunció Hernández.

Anteriormente, en México existía únicamente una Ley para las Aguas Nacionales, que contenía reglas difusas en las que se establecía una prohibición para el uso de aguas en los trabajos del fracking, lo que hacía que las empresas hicieran maniobras prácticamente en secreto.

“Ahora, con estas reglas, ya se puede efectuar de manera masiva y más claro el trabajo de la fractura hidráulica, lo que representa una amenaza el agua en el estado, pues en esta técnica se inyectan millones de litros de agua en profundidades de hasta 5 mil metros y el agua va mezclada con diferentes químicos que fracturan la roca”.

“Aunque el gobierno dice que los pozos que se perforen para inyectar el agua deben ser cubiertos, y marcan cierto tipo de reglas, hasta ahora no han podido dar con una garantía de que el aislamiento de agua contaminada con químicos no afecte acuíferos, pues la Conagua dice que hay que monitorear la salida del agua, y allá abajo, a miles de metros, no se sabe a dónde va el líquido”, señaló el especialista.

Los bloques de fractura

Además, dijo, la reglamentación expedida por la Conagua, que dirige Roberto Ramírez de la Parra, establece que la autoridad aplicará sanciones a quien afecte la calidad del agua, obligando a la respectiva empresa a restaurar el daño y, si eso no fuera posible, tiene que haber una compensación por la afectación.

A partir de la publicación de este reglamento, el gobierno federal puede abrir ya la licitación de polígonos de terreno llamados “bloques de fractura”, para que las empresas puedan libremente explotar el gas shale a través de esta técnica polémica que, además de la contaminación en el subsuelo, ha provocado movimientos sísmicos.

“Ya existe, en el caso de Nuevo León y Tamaulipas, una policía militar que va a cuidar las instalaciones y, ahora ya hay reglas para uso del agua para el fracking. Entonces ya no hay obstáculo que impida, al menos administrativamente, que los trabajos de fractura inicien”, alertó.

Además de los bloques de fractura en el norte del país, también hay otros importantes campos que pueden ser explorados, como en Veracruz, el Istmo de Tehuantepec, donde también puede haber labores con este mismo método controversial.

Luego dijo que el aspecto de los sismos no debe ser desdeñado por las autoridades, pues especialistas como Juan Manuel Rodríguez, de Ingeniería Civil de la UANL, han presentado publicaciones en revistas científicas en las que expone la correlación directa entre la ubicación de los pozos de fracking y sismos en áreas de 30 kilómetros.

Rodríguez Martínez explicó en el 2014 que en el uso de la explotación para extraer gas shale se usan materiales como benzeno, xileno y tolueno, así como otros componentes que son cancerígenos.

(Con información de Proceso)

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