Va Sheinbaum con todo para reducir pobreza extrema

Habrá una combinación de crecimiento económico, inversiones y tres nuevos programas para el Bienestar, patentizó Julio Berdegué

Ciudad de México. Julio Berdegué, quien será secretario de Agricultura y Desarrollo Rural a partir del primero de octubre, destacó en el foro organizado por la FAO para analizar las estrategias exitosas de la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria, que la presidenta electa Claudia Sheinbaum “se ha comprometido a que México reducirá la pobreza extrema a menos de 2 por ciento del total de la población nacional en su gobierno”.

Abundó Berdegué: en el caso “donde tenemos 6.2 millones de personas en condición de pobreza extrema por ingreso, se reducirá esa cifra a por lo menos 500 mil en los próximos seis años”. Esto se hará, detalló, a través de una combinación de crecimiento económico, inversiones y tres nuevos programas para el Bienestar que la presidenta Sheinbaum pondrá en marcha en los primeros días de su gobierno y que son de fomento a la pequeña agricultura.

En primer lugar, el programa Cosechando soberanía que es una estrategia territorial que dará servicios integrales, asistencia técnica, comercialización, crédito, seguro y provisiones de bienes públicos en territorios priorizados por sus niveles de pobreza y la importancia en ello, de la pequeña y mediana producción.

En segundo lugar, recalcó, “llevaremos a cabo el más ambicioso proyecto de tecnificación de riego de la historia de México. Tecnificaremos cientos de miles de hectáreas en los próximos seis años. Eso nos permitirá, por un lado enfrentar la crisis hídrica causada en buena medida por el cambio climático, pero en el proceso crearemos decenas de miles de empleos en el campo y provocaremos un muy fuerte incremento de la productividad y de la producción”.

Y en tercer lugar, dijo, se pondrá en marcha una nueva institución Alimentos para el Bienestar, que comprará productos como maíz, frijol, café, cacao y miel a los campesinos y pequeños productores del país para venderlos a precios reducidos a aproximadamente 22 millones de consumidores de barrios y localidades rurales y urbanas con alta incidencia de pobreza.

Berdegué aseveró que México está viviendo una profunda transformación de la vida pública, el concepto central “de nuestro movimiento es que por el bien de todos primeros los pobres. Esa es la estrategia con la que el país erradicará el hambre”.

En este foro, realizado por la FAO en Santiago de Chile, al cual asistieron algunos mandatarios de América Latina y el Caribe, pero la mayoría realizó su participación a través de redes sociales, para exponer sus estrategias nacionales exitosas en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria en la región, el que será secretario de Agricultura en el gobierno de la presidenta Sheinbaum fue el encargado de presentar las estrategias y logros alcanzados en este tema en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

A través de su participación, vía redes sociales, subrayó que entre 2018 y 2020 “pasamos de 3.5 por ciento de prevalencia de sub alimentación, a menos de 2.5 por ciento en 2020-2022”. Sin embargo, entre entre 2017-2019 a 2020-2022 “pasamos de 23 por ciento en inseguridad alimenaria moderada y severa a 27.6 por ciento. Un incremento”.

De acuerdo con el último informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la población rural con carencias de acceso a la alimentación nutritiva y de calidad entre 2020 y 2022 cayó en 12.6 por ciento y el total nacional en 14.8 por ciento. La población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos se redujo en 17.9 por ciento en el medio rural y en 10.4 por ciento en el total nacional en los primeros cuatro años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El próximo funcionario del nuevo gobierno federal resaltó: “estos avances, por supuesto a pesar del fuerte golpe que significó la pandemia –de covid– que afectó a todos los países de América Latina, del Caribe, del mundo y que México, ciertamente no fue la excepción”.

Los avances en la lucha contra el hambre y la extrema pobreza, explicó, se deben a dos razones, la primera y la fundamental, “una reorientación muy profunda de las políticas económica y la laboral y de la inversión pública para poner en el centro el bienestar del pueblo”.

En su exposición también se refirió a que se dio prioridad a la inversión pública a proyectos estratégicos en el sur sureste del país, una tradicionalmente rezagada y olvidada durante décadas por las políticas de inversión.

Además, refirió, se aumentó el salario mínimo legal en 114 por ciento de 2018 a 2022, entre otros puntos que mencionó.

(Con información de La Jornada)

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