Peligra Brasil en manos de Temer
Estamos ante un nuevo orden donde la democracia electoral es utilizada por los corruptos para hacerse del Poder Ejecutivo sin haber sido votados por los ciudadanos.
Brasil sufre el primer “golpe de estado democrático” en América Latina luego de que la corrupción en Petrobras produjera la destitución de cuatro ministros; ahora, la presidenta Dilma Roussef, que encabezaba la lucha contra la putrefacción en las altas esferas del poder económico y político, es depuesta por los corruptos que dominan el Congreso Nacional de Brasil.
La oligarquía solía utilizar los servicios de las fuerzas armadas para ostentar el poder en el siglo pasado, pero ahora, se hace uso de los legisladores para quita y poner presidentes, como si al hacerlo de esta manera no representara convertir la democracia en una entidad hueca que solo beneficiará a los más poderosos.
Bien dijo Dilma Roussef que “han entrado en el gobierno como una horda de hunos”, eliminaron el Ministerio de Cultura, quieren hacer una reforma que perjudicará al 70 por ciento de los pensionados, y obvio, pretenden privatizar Petrobras.
El mismo grupo de poder busca limitar el presupuesto de educación y salud de tal manera que no puedan crecer más que de acuerdo a la inflación, cuando las necesidades de la población crecen a un ritmo mucho mayor: se está en realidad depauperando la calidad de los servicios educativos y sanitarios.
Dilma tenía 54 millones de votos. En cualquier país del mundo, el hecho de ser impopular, en un régimen presidencialista, no lleva a unas nuevas elecciones.
Tras el golpe en el Senado, Michel Temer es desde este 31 de agosto el nuevo presidente de Brasil.
Se tienen pues en Brasil y en México, un gobierno legal pero…