¿Has pensado cómo vas a envejecer?
Durante el envejecimiento las desigualdades pueden agudizarse sin el apoyo del Estado, conforme al curso de vida
La humanidad cada vez está alcanzando a vivir más años, esto es un gran logro para la civilización y se asocia con los avances de la ingeniería, medicina, tecnología, higiene, esto es un mejoramiento en nuestra forma de vida, en cómo nos cuidamos y como son cuidados los demás. Sin embargo, no en todas partes del mundo se ha avanzado de la misma manera, hay lugares donde estos avances han sido nulos, lo que coloca a las personas en una situación de desigualdad.
Existen desigualdades vitales que se relacionan con la mortalidad, la esperanza de vida y la salud infantil: desigualdades de recursos, que tienen que ver con los ingresos y otros apoyos materiales, y desigualdades existenciales, vinculadas con la autonomía, la dignidad, la libertad, el respeto y la capacidad de autorrealización.
Estas desigualdades pueden incrementarse a lo largo de nuestro curso de vida y tienen una estrecha relación con las características de nuestro entorno, el tipo de hogar, la condición étnica, migratoria o de discapacidad, las amistades, los gustos, las preferencias, las religiones y las actividades que desempeñamos.
Incluso durante el envejecimiento estás desigualdades pueden agudizarse sin el apoyo del Estado, con lo que se llega a vulnerar los derechos de las personas mayores conferidos en la Constitución Mexicana. Además, se han generado una serie de estereotipos y prejuicios que atentan contra su dignidad e impiden visibilizar que hay muchas formas de envejecer, estas desigualdades no son propias de este momento, sino que es resultado de un proceso histórico y una omisión colectiva.
Hoy en día se reconoce a nivel mundial que las personas envejecen de diversas formas de acuerdo con su curso de vida, al lugar donde viven (ciudad o en el campo), al grupo al que pertenecen (indígenas, afrodescendientes), por su orientación sexual e identidad de género (LGBT+); así como por las oportunidades de acceso a la educación, a los servicios de salud, al empleo formal, a la vivienda digna y al contexto social en que se encuentren.
Es importante reconocer que las diferentes formas de vivir nos llevan a diversas formas de envejecer. Todas, todos y todes tenemos un compromiso con las personas mayores, y es necesario defender los Derechos Humanos para disminuir la pobreza y desigualdad en este proceso de envejecimiento. Entonces ¿qué estamos haciendo para envejecer con dignidad?
(Con información de Gaceta UNAM)