Un tercio de la población mundial sobrevive en zonas áridas

Las superficies áridas ocupan 41 por ciento de los continentes del planeta y albergan a 34.7 por ciento de la población mundial. “La desertificación es un proceso de degradación de subsistemas áridos”, resumió Felipe García Oliva, académico del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, con sede en Morelia.

Las proyecciones que hace la Organización de las Naciones Unidas señalan que el problema de la desertificación avanzará en zonas húmedas y se intensificará en las semiáridas. “El escenario para 2070 es alarmante”, alertó.

Durante la conferencia magistral sobre desertificación, ofrecida en la Semana de Diplomacia Climática de la Unión Europea (UE) en México 2018, García Oliva comentó que esta situación debe entenderse globalmente, asociada al cambio climático y a variaciones en precipitación y temperatura; y, en el ámbito local, considerando problemáticas nacionales y de productores regionales.

“Las anteriores interacciones están afectando diversos procesos de degradación: compactación y erosión de suelos, incendios, salinización, reducción de la fertilidad natural, reducción de la biodiversidad e invasión de especies vegetales, entre otros.”

En el auditorio del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), el especialista señaló que México tiene un problema serio de desertificación, en regiones con amplios episodios de sequía. “Para poder enfrentar la desertificación tenemos que tomar acciones locales y mundiales”, advirtió.

Aseguró que el cambio climático es un hecho, y lo más alarmante es que las emisiones y las temperaturas están arriba de los escenarios más negativos que se hicieron hace varios años. “Le vamos ganando al pesimismo”.

A partir de la intensa actividad industrial en el planeta, con la emisión de dióxido de carbono y metano, reducimos más la atmósfera.

En ese problema, la biodiversidad tiene un papel muy importante, porque la atmósfera actual es consecuencia de los organismos vivos, que tienen genes funcionales. “Un gen funcional es aquel que produce algo que genera transformaciones de las moléculas orgánicas o inorgánicas. Al perder especies que quizá no soporten las condiciones de salinización, estamos perdiendo genes funcionales”, indicó.

Más interacción UNAM-UE

Durante la inauguración de la Semana de Diplomacia Climática de la Unión Europea (UE) en México 2018, William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica, apuntó que la agenda de la reunión UEMéxico es de lo más relevante, con asuntos de primer orden que ya están sobre nosotros como la desertificación, escasez del agua y cambio climático, que constituye el problema más apremiante del siglo XXI.

Klaus Rudischhauser, embajador de la UE en México, mencionó que la Semana Climática de la Unión Europea se celebra en más de cien países para concientizar sobre estos temas. “Es necesario pasar de las declaraciones a la acción.

“Hemos demostrado que puede tenerse crecimiento económico y reducción de emisiones. Nuestras economías en la UE han crecido 53 por ciento entre 1990 y 2006, mientras que nuestras emisiones se han reducido 23 por ciento. El reto es disminuir las emisiones en por lo menos 40 por ciento para 2030.”

Telma Castro Romero, directora del CCA, dijo que esta reunión significa mucho para la Universidad, en particular para el Centro, porque implica un contacto más directo con la UE y una mayor interacción.

Para finalizar, Amparo Martínez Arroyo, directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, recordó que los Acuerdos de París y los Objetivos de Desarrollo Sustentable son el gran marco que está dando la posibilidad a todos los sectores de todas las naciones de tener objetivos comunes y diseñar estrategias de colaboración.

(Con información de Gaceta UNAM)

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