ZEE indígena de Valladolid dará nueva vocación al tren maya
Mérida, Yucatán. El proyecto de creación de una Zona Económica Especial (ZEE) indígena en Valladolid, que proponen economistas ligados a Morena, priorizará que los pueblos mayas de la región donde se establecería sean consultados y se construya con diversos actores de la sociedad, expresó Jesús Bastarrachea Cabrera, quien realiza la propuesta en conjunto con Edgar Rivero Cob.
Reconoció que en la ley se contempla la consulta indígena, pero que ellos quieren que sea antes de que se dé el dictamen, es decir, que cuando se presente la propuesta de la ZEE formalmente, sea del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. Indicó que se tiene que incluir a los indígenas en la elaboración del proyecto, porque son ellos los más agraviados por la pobreza, lo que provoca migración.
Afirmó que la visión de la ZEE es llevar la inversión privada al oriente yucateco para resarcir la pobreza y marginación, por medio de fuentes de empleo y desarrollo de la región, porque dos terceras partes de la población (108 mil) viven en condiciones de pobreza.
Quienes ya conocen la intención de propuesta son legisladores federales, ocho secretarios de Estado del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, autoridades estatales y municipales, así como organismos empresariales de Yucatán, indicó.
Para poder lograrla, será vía la Secretaría de Hacienda, en donde un actor social de la región explique motivos y justifique por qué debe crearse, y de ahí se realizará el dictamen. Es un proceso a dos o tres años, con resultados tangibles a cinco, pero se proyecta hasta a 20 o 30, señaló.
Edgar Rivero indicó que la ZEE, a diferencia de los programas sociales, sí busca dar empleos de calidad, permanentes y ser remunerados. Se trata de un proyecto que tardará entre cinco o seis años en madurar, por lo que se deberá incentivar la capacitación para que los que hoy son niños y jóvenes sean capaces de generar empleos en sus propias comunidades.
Así, la siguiente generación no realizará actividades de subsistencia, sino que se dará la posibilidad de incluirse al mercado laboral, consideró. Eso será posible con la propuesta de la universidad pública que López Obrador propone en Yaxcabá, que permitirá su integración a la ZEE.
Es un proyecto que se construye con retroalimentación y donde se escuchan las voces, por lo que se proyecta que, en conjunto con el tren maya transpeninsular que propone AMLO y el aeropuerto de Chichén Itzá, se aprovechen para proyectar la zona.
Indicó que es una zona pobre, pero conectada al mundo, y que incluso legisladores de Quintana Roo están interesados en el proyecto debido a la cercanía con el estado.
Vocaciones
Jesús Bastarrachea indicó que la ZEE tendría tres vocaciones para desarrollar. La primera, el turismo, por la conexión de la región con zonas arqueológicas, pueblos mágicos, cenotes, entre otros; en segunda instancia, la agroindustria, con el cultivo de alimentos que pueden ser vendidos al turismo de Quintana Roo y en Mérida, como parte de los servicios; la tercera vocación, dijo, es la farmacéutica, pero a largo plazo, en donde se aproveche la medicina tradicional maya y herbolaria para impulsar la economía. Eso sería para preservar el medio ambiente a través de institutos de investigación internacionales, donde las farmacéuticas firmen convenios con campesinos para rentar las hectáreas de monte e investigar, sin deforestar, explicó.
“No es excluyente la inversión y la preservación del medio ambiente, debe ocurrir una simbiosis”, consideró.
Con esas vocaciones, el tren maya de AMLO tendría una razón más para poder existir y asegurar su éxito, mencionó.
La ZEE indígena de Valladolid plantea que sea de vocación farmacéutica, y que incluya: inversión en investigación e innovación, registro de patente, desarrollo clínico, registro sanitario ante la Cofepris, estudio de mercado, comercialización y seguimiento del producto.
El impacto propuesto es que sean 108 mil personas en 12 municipios, con secciones en Valladolid, Chemax y Kaua, para abandonar su situación de pobreza a través de la inversión, el impulso al mercado interno y la creación de empresas que generen mayor valor agregado y más salario.
También se aprovecharía el aeropuerto subutilizado de Chichén Itzá para trasladar insumos, mercancía y mano de obra, y expandir las oportunidades de empleo de los jóvenes egresados en las escuelas superiores de la región, entre ellas, de la Universidad Pública de Yaxcabá, una de las 100 que construirá el AMLO.
A nivel nacional, en México las empresas farmacéuticas generan 74 mil empleos directos y más de 310 mil indirectos, con un tamaño grande de los negocios porque cada una genera emplea, en promedio, a 116 personas. Su impacto directo es en 161 ramas de la actividad económica de 259, tanto en el sector primario, secundario y de comercio y servicios.
Entonces, está la posibilidad de implementar el pago de servicios ecosistémicos a los ejidos por la conservación de las plantas medicinales y el conocimiento indígena de la medicina tradicional.
El área de oportunidad es que para 2050 México tendrá 150 millones de personas, además de que se prevé un incremento en enfermedades crónicas de alta complejidad y en el costo del tratamiento de las enfermedades, por lo que la ZEE potencializaría la fabricación de clústeres de fabricación de medicamentos.
(Con información de La Jornada Maya)